La firma desarrolló tecnologías que innovaron en la época y ahora forman parte de sus vehículos
Los vehículos conceptuales marcan la tendencia de diseño. Es por ello que marcas como Audi reflejan este camino en los autoshows. Ginebra, Frankfurt, París o Detroit son un gran escaparate para obtener una retroalimentación sobre los conceptuales y la recepción por parte del público.
Los concept cars de la firma de los cuatro aros van mucho más allá. En la mayoría de las ocasiones el prototipo se construye completamente y es un vehículo funcional. Aprovechar las sinergias entre departamentos de producción y desarrollo ha permitido a la firma adelantarse constantemente al futuro durante casi cuatro décadas de vehículos experimentales.
Audi quattro Spyder Concept
La década de los 90 fue muy extensa en cuanto a estudios de diseño de coupés y superdeportivos. El vehículo marcó la construcción ligera basada en el empleo masivo del aluminio en la carrocería. El motor central y tracción total quattro fueron parte del concepto. Impuso las bases del futuro R8 de producción, que llegaría en 2008, casi 20 años después.
Audi AVUS quattro Concept
En el Salón de Tokio de 1991 se presentó el superdeportivo Audi AVUS quattro. Un vehículo con carrocería de aluminio sin pintar. Portaba un motor W12 de 6.0 litros y 509 caballos de potencia.
Audi ASF
Se exhibió en el Salón de Frankfurt de 1993. Fue el encargado de debutar con la innovadora tecnología Audi Space Frame, la cual se basa en el uso de aluminio en la carrocería. Conservando el mismo diseño y tecnología de construcción ligera, se presentó el A8.
Audi AI2
El AI2 develado en el Salón de Frankfurt de 1997 se anticipó dos años a la llegada de la marca al segmento B. Un revolucionario modelo de estilo monovolumen con carrocería y chasis de aluminio. Su ligereza y su estudiada aerodinámica eran las claves para conseguir unos consumos que en la actualidad seguirían siendo toda una referencia.