A medida que avanza la tecnología, la concepción de confort se transformará completamente
Confort podría traducirse como comodidad. Sin embargo, ¿qué implicaciones tiene este término aplicado a los autos? Generalmente, lo primero que nos viene a la cabeza es la ergonomía, nuestra posición dentro del auto que favorezca la conducción o el viaje, y que el manejo sea placentero. Pero, en realidad, ésta es sólo una pequeña parte. Y, más aún, en el futuro y a medida que avanza la tecnología, la concepción de confort se transformará completamente. Algo que, en efecto, ya está comenzando a suceder.
Evidentemente, la economía de combustible, la accesibilidad y la seguridad son elementos indispensables al elegir un auto nuevo. Pero, también, es importante tomar en cuenta cómo nos sentimos al interior, algo que, cada vez más, es un factor decisivo de compra. Por ejemplo, si nos gusta cómo se maneja, dónde se encuentran los elementos, el ruido, el acceso, etcétera. ¿Cómo saberlo? Para ello son las pruebas de manejo, finalmente.
Veámoslo a detalle. Con información de Consumer Reports, hablar de comodidad también es hablar de seguridad. ¿La razón? El que un conductor esté cómodo y sin fatiga favorecerá la conducción, en comparación con alguien que se siente incómodo, en un asiento rígido y con mucho ruido de la carretera.
¿Qué aspectos considerar? Los básicos se pueden resumir en cinco, según esta organización: cómo se siente conducirlo en caminos citadinos con baches (evaluar la suspensión); el ruido del exterior, del motor o de los neumáticos; la comodidad de los asientos especialmente en viajes largos; la posición de conducción, que incluye los espacios al manipular la consola central o los controles del vehículo; y el acceso, qué tan fácil es ingresar y salir del vehículo en el día a día, varias veces (qué tanto debes agacharte o trepar).
Como te imaginarás, la única manera de saberlo es con una prueba de manejo y siendo muy consciente del uso que le daremos a nuestro auto. Allí deberás tomar en cuenta aspectos como: el soporte lumbar, el espacio de piernas y qué opciones de ajuste ofrece el asiento del conductor; espacio de pies y piernas para pasajeros; cómo se siente la suspensión tanto en baches, como en viajes largos; prestar atención a los ruidos (considera que te acompañarán siempre); la operación del sistema de infoentretenimiento, etcétera.
Si ves que esta palabra siempre viene como una cualidad a destacar por parte de los fabricantes es porque, de alguna manera, siempre están viendo la forma de mejorar sus vehículos con base en los rubros anteriores.
Sin embargo, ahora con las nuevas tecnologías, hablar de confort también trata de crear experiencias placenteras al interior del vehículo. Por ejemplo, los autos de gama alta ofrecen: asientos de calefacción; ajuste de espejos y asientos eléctricamente; configurar tus ajustes y guardarlos en tu perfil para que siempre estén listos para ti; aire condicionado inteligente que configura la temperatura ideal desde antes que te subas al auto; sistemas de doble zona para que la fila trasera elija su temperatura; insonorización de la cabina; sistemas de sonido Premium de primer nivel; etcétera.
Todavía más, si nos vamos a los autos de lujo, también encontraremos: sistemas para la relajación, que incluyen temas de iluminación, música y hasta masaje; asistentes personales con inteligencia artificial; encender el auto desde antes de llegar y que éste te dé la bienvenida; puertas que se abren automáticamente; múltiples pantallas para ver contenidos; compensación activa del ruido de la carretera; compartimentos con refrigeradores; detección de gestos y lectura de las intenciones de los ocupantes; sistemas de conducción semiautónoma para delegar el manejo al vehículo bajo ciertas circunstancias; y mucho más.
Por un lado, a medida que los autos conduzcan por sí mismos, se abren infinitas posibilidades de cómo transformar los espacios dentro del auto. No por nada, hemos visto conceptos de salas lounge y oficinas, hasta camas para dormir en trayectos largos. A su vez, para los autos deportivos o quienes busquen el placer de manejar, el confort también estará más orientado a favorecer la conducción.
Ejemplo de ello es Mazda, que estudia la postura de conducción para que exista una fuerte relación entre la conducción receptiva y el puesto de conducción. Por esta razón, los ingenieros de la marca, como Tomoniro Otsubo y Hiroki Uemura, han pasado más de 10 años estudiando esta relación. Tan es así, que en sus esfuerzos por entender lo que implica una posición de conducción óptima, incluyeron la evaluación de los ángulos apropiados de las articulaciones del cuerpo humano.
En BMW, hay dos enfoques de diseño, el Boost, cuando quieres deportividad, y el EASE, cuando deseas un enfoque de comodidad, que es todo lo relacionado con el manejo autónomo, orientado más en los pasajeros y no tanto en el conductor. Los dos se complementan y, al final, la experiencia del usuario y el enfoque en el cliente sigue estando al centro, pero de otra manera.
Por ello, en el futuro, hablar de confort es hacer realidad la visión de que la persona esté al centro de todo. A partir de allí, lo demás surge, favoreciendo la experiencia.
¿Qué te parece?
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