Este 2020 sirvió para replantear el futuro. En la industria automotriz, algunas cosas se aceleraron, y otras llegaron para quedarse...
Coronavirus. Una palabra que ahora resuena en cada mente del colectivo. Sin embargo, a principios del 2020, hace casi un año, aún era un virus lejano, un problema en otro continente. Pero, cuando las palabras «China» y «Wuhan» comenzaron a ser más pronunciadas, se reveló el síntoma de lo que estaba por venir: pandemia por Covid-19.
Contagios al alza, preocupación mundial. Comercios que cerraban, clases que dejaron de ser presenciales hasta que, eventualmente, industrias que suspendían actividades, entre ellas, las plantas automotrices. Así fue el mes de marzo, con fabricantes como Ford, General Motors, Mercedes-Benz, Mazda, FCA, BMW, Toyota, Jaguar Land Rover, Volkswagen, Nissan, Renault, Porsche, entre muchas otras, suspendiendo su producción en todo el mundo. En México, Audi México ya experimentaba la falta de insumos para la construcción del Audi Q5 en San José Chiapa, hasta que, finalmente, frenó la producción. Lo mismo con el resto de las plantas armadoras en el país.
Tras la preocupación por la incertidumbre económica que esto representaba, llegó lo que no vimos venir: automotrices fabricando equipo de protección. Por ejemplo, Ford trabajó con 3M para aumentar la capacidad de producción de sus respiradores motorizados que purifican el aire. También, la compañía fabricó protectores transparentes de cara completa y ventiladores.
FCA fabricó máscaras protectoras y, trabajando con otras compañías, también ventiladores, equipos médicos y de protección personal. General Motors hizo ventiladores de cuidados críticos, máscaras quirúrgicas de Nivel 1 y máscaras para trabajadores que brindan atención médica. SEAT ayudó con respiradores asistidos y Mercedes-Benz ofreció su apoyo en la producción de equipos médicos con la ayuda de impresoras 3D, sólo por poner unos ejemplos. De la misma manera, diversas marcas contribuyeron con vehículos, especialmente para el traslado y apoyo del personal médico.
Paralelamente, vimos cómo la tecnología, específicamente de conducción autónoma, es decir, vehículos sin conductor, se pusieron al servicio de las personas. Sin duda, esta tecnología ofreció, en estos tiempos, sanitización, seguridad y minimiza la cadena de contagio. Por ejemplo, la compañía Nuro, lanzó vehículos que conducen solos en Texas, Estados Unidos, para la entrega de medicamentos de forma gratuita a los clientes de las farmacias CVS.
En China, estos vehículos ayudaron a realizar trabajos de logística, limpieza y desinfección. Y, por si fuera poco, también cumplieron funciones de seguridad nocturna y crearon alertas para quienes no siguieran el protocolo de higiene y seguridad. En cuanto a los viajes de pasajeros, también se desplegaron robotaxis que proporcionaron trayectos gratuitos. De esta manera, según el MIT la pandemia ha estimulado la transformación digital en algunas regiones, no sólo a lo que a inteligencia artificial se refiere, sino también al desarrollo de redes 5G y big data.
En cuanto a los autos compartidos, la compañía de carsharing denominada Share Now, propiedad de Daimler y BMW, anunció a principios de año que dejaba de operar en Londres, Bruselas y Florencia, así como en Estados Unidos y Canadá. Esta decisión corporativa se dio meses después de la fusión de car2go (Daimler) y DriveNow (BMW). General Motors también anunció que cerraba su marca de autos compartidos Maven.
Sin embargo, compañías como Wible, la división de KIA y Repsol, y Zity, filial de Renault y Ferrovial, implementaron nuevas medidas de higiene y de servicio. Esta última, incluso arrancó con 500 vehículos eléctricos Renault ZOE como parte del servicio Zity e-car sharing en París.
Mientras que las ventas se vieron generalmente afectadas, en otros lugares, la demanda por vehículos personales incrementó. ¿La razón? La gente prefiere transportarse en un auto personal que usar el transporte público. Evidentemente, esto también favoreció la venta de autos usados.
Según estudios realizados en Estados Unidos, muchos compradores simplemente «retrasaron» la compra de autos, pero planean concretar la compra. No por nada, esto significó un impulso de la compra de autos en línea, con diversos fabricantes realizando una digitalización de sus procesos de venta. De la misma manera, la venta y la demanda de bicicletas incrementó dramáticamente.
Si algo dejó la pandemia, es la importancia de la seguridad, pero también en términos de salud y protección. Por ejemplo, Jaguar Land Rover investigó la exposición de patógenos a los rayos UVA dentro del sistema de aire acondicionado. ¿El objetivo? Evitar la propagación de virus y bacterias de gripes y resfriados, incluso de superbacterias resistentes a los medicamentos.
O qué tal esto, Ford lanzó una tecnología para las patrullas de las agencias de seguridad de Estados Unidos, y de otros países, para ayudar a reducir la huella del virus Covid-19 en los vehículos. También, Mopar México lanzó un nuevo servicio para desinfectar los autos eliminando hasta el 99.9% de los virus, bacterias, hongos y moho.
Si bien anteriormente ya se ofrecían novedosos sistemas de filtros de calidad del aire, así como fragancias, perfumes y carbón activo para eliminar olores, ahora los fabricantes están tomando más en serio la limpieza del aire. Incluso, a un nivel exterior del vehículo. De esta manera, además de acelerar todo lo anterior, ahora habrá un mayor enfoque en la privacidad y el aislamiento. Esto podría significar exteriores más discretos, de bajo perfil y con mejores sistemas de alarma y seguridad.
Sin duda, este año impactó de muchas formas. También se incrementaron las ventas de autos eléctricos en algunos mercados, se anunciaron nuevos proyectos de ciudades para probar lo último en tecnología y la digitalización, especialmente en la compra de autos e incluso en lanzamientos y marketing, cobró más relevancia que nunca.
¿Conclusión? Este 2020 sirvió para replantear el futuro que queremos. Y en el caso de la industria automotriz, algunas cosas se aceleraron, mientras que otras, que no estaban sobre la mesa, llegaron para quedarse. Lo que no queda duda, es que, así como la situación parece compleja e interminable, todo pasa, y es más, nos adaptamos. Finalmente, tal como comparten muchas automotrices que en el siglo XX pasaron por guerras mundiales, los periodos difíciles siempre han existido y la finalidad es salir más fortalecidos que nunca.
Y a ti, ¿qué impresiones te dejó este 2020? ¡Coméntanos!
#elfuturodelautoeshoy