En Estados Unidos la gama Yamaha se divide en dos vertientes, una para los productos de pista, enduro y recreativas y otra para el segmento de las motos custom que se ofertan bajo la denominación de Star Motorcylces, el motivo es raro pero simple, la marca no quiere que sus modelos se asocien con motos japonesas que compitan contra las estadounidenses de toda la vida.
¡Suscríbete a nuestro Newsletter!Mantente al tanto de lo que ocurre en la industria automotriz
X
REVISA AQUÍ LA GALERÍA DE LA XV950
De hecho esta moto que vemos se presentó hace poco tiempo en el vecino país del norte bajo el nombre de Bolt y ahora la XV950 se lanza para el mercado europeo, al final son prácticamente lo mismo. Un estilo custom que prevalece en aquel país con una formula de diseño ya probada, y es que no podemos negar la similitud con la Harley-Davidson Sportster, aunque con Yamaha sabemos que ofrece mayor grado tecnológico.
Yamaha oferta la moto en dos versiones la XV950 y la XV950 R que difieren en detalles estéticos y color, pero además la “R” cuenta con una suspensión trasera regulable con precarga. El estilo bobber de la moto facilita la conducción para quien inicie en el mundo de las motos debido en gran parte por la postura relajada que ofrece el asiento y la altura del mismo, aunque ligera no es ya que ronda los 250kg, lo que a su vez mejora la estabilidad en carretera.
El motor bicilíndrico (V-Twin) tiene una cilindrada de 942 cc y genera 52 hp con un par motor de 80 Nm a las 3000 RPM, lo que no habla de una moto de arranque deportivo, pero sí que privilegia la comodidad de marcha y recuperación de marcha en velocidades de crucero en la autopista.
Como buena custom ofrece un amplio abanico de accesorios que van desde la parte visual como manetas, tornillería y colores, hasta la parte funcional como escape suspensiones o llantas. Sería bueno ver este modelo en México, ¿y tú qué opinas de esta “Yamaha Sportster”?
Cuenta cuentos profesional, con un especial gusto por la velocidad, y una calma innata por vivir mientras el mundo gira a prisa. De gustos extremos nacidos en el ciclismo y luego evolucionados al mundo motorizado. Aquel que puede pasar horas viajando en una carretera o un instante en las pistas de competencia, aunque viviendo, volando y dejando todo problema en el camino en mi motocicleta. De gustos particulares y enemigo de los autos aburridos que no transmitan sensaciones de manejo.
