Tras la cuarta prueba puntuable para el Campeonato Mundial de Rallies de la FIA (WRC), Volkswagen lidera la clasificación reservada para el campeonato de fabricantes. Sébastien Ogier también aumenta su ventaja al frente de la general de pilotos tras lograr su tercera victoria de la temporada.
El segundo rally en terracería de la temporada llevó al límite a pilotos y máquinas por igual. Los estrechos y revirados tramos, la superficie rocosa y las zonas rápidas, caracterizaron a la carrera más dura de la temporada hasta el momento. Además, Sébastien Ogier comenzó el rally debilitado por una enfermedad y fue capaz de mantener el liderato durante la primera jornada. Con cuatro scratch el sábado, mantuvo su ventaja al frente de la general hasta el final. La última jornada comenzó con una inyección de adrenalina para el líder del campeonato. El conector entre el eje delantero y trasero, que permite usar el freno de mano en las curvas cerradas, dejó de funcionar temporalmente y le retrasó. Después de pasar por servicio, el Polo R WRC número 8 estuvo en perfecto estado para afrontar los dos tramos finales.
Los dos mejores pilotos de Volkswagen se propusieron conservar neumáticos para disputar el Power Stage final. Con una especial de 52.30 kilómetros, los tres primeros clasificados en este tramo se adjudican puntos extras para la clasificación del campeonato de pilotos. Fue una buena decisión. Con los neumáticos Michelin nuevos, los pilotos de Volkswagen atacaron en el último tramo del rally.
Sébastien Ogier ganó el Power Stage tras marcar el mejor tiempo, mientras que su compañero de equipo, Jari-Matti Latvala, sumó un punto extra al finalizar en tercera posición.
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