El rallismo mexicano ha vivido un enorme crecimiento en los últimos años, y no hay duda que su punto más alto es el campeonato del mundo conseguido por el piloto Benito Guerra, obviamente, al mando de un Mitsubishi. Ese binomio exitoso anuncia el nacimiento del equipo BGR-Mitsubishi en el que cinco tripulaciones llegan al Campeonato Mexicano de Rallies para iniciar su camino al triunfo.
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Es así como los mexicanos Erwin Richter, Manuel Iguiniz, Jorge Almada, Christian Skertchly y el argentino Gastón Fernández inician una aventura en el rallismo de México bajo el cobijo de toda una plataforma profesional que ha rendido frutos importantes. Por un lado, Benito Guerra como Campeón Mundial PWRC y por otro lado la marca que lo llevó a la cima; Mitsubishi. Ahora estos cinco pilotos contarán con el soporte de una marca y un piloto campeones, lo cual les asegura un camino al éxito.
La lista la encabeza un excampeón mexicano que es garantía de espectáculo; Erwin Richter, quien regresa al rallismo después de una larga ausencia, pero con la combinación que ya lo hizo campeón; Rafael Tellaeche como copiloto y al mando de un Mitsubishi.
Para Manuel Iguiniz, piloto de 27 años y con tan solo 3 rallies en la categoría N4, es una experiencia increíble el formar parte de este proyecto. “Es muy grato contar con un respaldo tan importante como el de un piloto campeón que nos va a ayudar a cometer menos errores y con un auto Mitsubishi que me encanta por su potencia, su tracción y su frenada”. Manifestó el piloto poblano, quien contará con el apoyo de Sidras Copa de Oro y Los Cochinitos.
Jorge Almada Díaz, piloto de 19 años es completamente novato, pero sabe que ha encontrado la mejor opción para comenzar su carrera en el rallismo en la categoría N3. “Esto para mí es un sueño hecho realidad, es increíble saber que voy a iniciar en el rallismo con un profesor que es campeón del mundo y con un coche que me encanta, estoy convencido que es un auto muy rápido y muy seguro, por lo que tengo confianza en adquirir experiencia y pronto estar en posiciones de podio. Agradezco a Pedini y Tablecentro por todo su apoyo para hacer esto posible”. Concluyó el piloto queretano.
El caso de Christian Skertchly es muy similar, y aunque a sus 21 años ya ha participado en rallies de regularidad, nunca ha competido en la modalidad de velocidad. El piloto capitalino declaró lo siguiente: “Estoy muy emocionado por iniciarme en el rallismo de esta forma y ser dirigido por un gran piloto que admiro como lo es Benito Guerra, también por estar con Mitsubishi, es un auto que tiene un gran historial ganador y lleva en su sangre ese instinto competitivo, pienso que el conjunto de todo me ayudará a estar pronto en el top tres de la categoría N3”.
Benito Guerra, director del equipo BGR, explica las características de este proyecto: “Estoy muy contento por ver este sueño hecho realidad, hoy presentamos un programa que no sólo consiste en una simple renta de autos de competencia sino que se trata de una formación integral de pilotos profesionales que no ha existido en México, basándonos en las experiencias que me ha dejado llegar hasta un campeonato del mundo y con la marca que me llevó a conseguirlo como es Mitsubishi. El proyecto consiste no solamente en la parte deportiva, también trabajaremos en lo personal con cada miembro del equipo, queremos ser un equipo único y profesional con pilotos campeones”. Declaró el piloto campeón del mundo, y agregó: “Agradezco a Mitsubishi por permitirnos continuar con esta historia de éxito, a Sport City porque gracias a ellos tendremos a los pilotos mejor preparados físicamente y a Effekten, empresa que se encarga de la aerodinámica y los elementos de fibra de carbono de los autos BGR”.
Cuenta cuentos profesional, con un especial gusto por la velocidad, y una calma innata por vivir mientras el mundo gira a prisa. De gustos extremos nacidos en el ciclismo y luego evolucionados al mundo motorizado. Aquel que puede pasar horas viajando en una carretera o un instante en las pistas de competencia, aunque viviendo, volando y dejando todo problema en el camino en mi motocicleta. De gustos particulares y enemigo de los autos aburridos que no transmitan sensaciones de manejo.