Algunos de ellos no han tenido tanta relevancia en el motorsport como el éxito cosechado en su profesión
Pocos han sido los actores de Hollywood que han buscado la gloria más allá de las cámaras, en concreto como pilotos de carreras.
Algunos de ellos no han tenido tanta relevancia en el motorsport como el éxito cosechado en su profesión, pero pocos han sido verdaderos adictos a la velocidad, auténticos «Kings of cool«.
Su pasión por la velocidad era tan grande, que en un momento de su vida consideró ser un piloto profesional. «No estoy seguro de si soy un actor que compite o un piloto que actúa», dijo alguna vez Steve McQueen.
Se le pudo ver competir en carreras como la Baja 1000 californiana, la Mint 400 o en el GP de Elsinore, siempre en off road.
En el automovilismo compitió en algunas carreras como el Campeonato Británico de Turismos de 1961, quedando tercero y en las 12 Horas de Sebring de 1970, ganando en la categoría de tres litros con un Porsche 908/02 y quedando segundo en la clasificación general.
Uno de los deseos finales de Newman antes de morir fue rodar por última vez en uno de los circuitos en los que había triunfado. En 1972 debutó en el Circuito de Thompson como piloto.
En las 24 Horas de Le Mans de 1979 firmó el segundo puesto de la general y el primero en su categoría en un Porsche 935. Ganó cuatro títulos en las SportCar Club of America y ocho más como propietario de la escudería Newman/Haas Racing.
Además venció en la categoría GT1 en las 24 Horas de Daytona 1995 con 70 años y 8 días.
Emocionado por el mundo de las carreras, Garner fundó su propio equipo: American International Racers en 1967. Participó en pruebas como la Baja 1000 que tiene lugar en México.
Aunque no logró grandes éxitos estuvo presente varios años en el deporte, condujo el coche de seguridad en tres ediciones de las 500 millas de Indianápolis.
Fue el primer actor sobre cuatro ruedas, incluso antes de que naciera Steve McQueen. Había asistido a los primeros salones del automóvil antes de iniciar su carrera en el cine.
Sus dotes como piloto, eran bien conocidas por sus paseos en Hollywood Blvd. Su adicción a la morfina le impidió formar parte de las 500 Millas de Indianápolis en 1922 y obtuvo una licencia de American Automobile Association.
En cuanto se compró un Porsche Speedster, comenzó a formar parte de las carreras con él. Eso lo llevó a participar en carreras haciendo puestos más dignos como un segundo lugar en Palm Springs y tercero en Bakersfield.
Camino a su primera prueba, en un cruce que hoy lleva el nombre del actor, chocó contra un Ford Tudor muriendo trágicamente.
A finales de la década de los 70´s había conseguido la reputación de ser uno de los mejores pilotos de Hollywood. La cima de su carrera como piloto se produjo cuando participó en las 24 Horas de Daytona de 1983.
Dempsey ha participado en las 24 Horas de Le Mans varias ocasiones, logrando un segundo lugar en la categoría GTE-Am con un Porsche 911 RSR en 2015.
Actualmente cuenta con su propio equipo en el Mundial de Resistencia.
Fue piloto de Fórmula 1 por un día, al tomar la invitación por parte del equipo Red Bull para probar un monoplaza en la pista Willow Springs al sur de California.
Anteriormente ya había tenido la oportunidad de pilotear varios coches de carreras, como en 1990, en el filme «Days Of Thunder», donde protagonizó a un piloto de NASCAR.
Los coches de carreras de Fast and Furious le valieron la fama al actor, el cual fue también un adicto a la velocidad. Disfrutaba haciendo sus propias escenas de riesgo sin doble, además de que compitió en varias carreras como piloto, en la serie estadounidense Redline Time Attack.
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