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El chasis moderno contribuye al alto nivel de confort. Esto incluye el Adaptive Damping System (ADS), que celebró su estreno mundial en el R 129.
Sin duda los autos son como los buenos vinos, con el tiempo se vuelven excepcionales, y que mejor hablar de un Mercedes-Benz SL que veíamos en las películas y series televisivas de la década de los 80´s y que significaban presencia, lujo pero también deportividad.
Es así que el Mercedes-Benz SL de la serie de modelos R 129 celebró su estreno hace 30 años en el Salón de Ginebra. Es una plataforma tecnológica: introdujo en producción innovaciones como la barra antivuelco, los asientos integrales y el Sistema de amortiguación adaptable (ADS) que se doblan automáticamente. El modelo, tan deportivo como cómodo, siguió siendo moderno y atractivo a lo largo de sus doce años de producción. Hoy en día, los SL de la serie de modelos R 129 son jóvenes clásicos muy codiciados, el propio concesionario de Mercedes-Benz Classic, ofrece regularmente vehículos particularmente atractivos.
Clientes y expertos aprecian el nuevo SL por su alto nivel técnico tanto como por su construcción. Ya en 1990, el automóvil deportivo gana el Premio al diseño de automóviles para vehículos de producción de la ciudad de Turín y la región de Piamonte. Bruno Sacco, Director del Departamento de Diseño de Mercedes-Benz, acepta el premio. El diseño del SL lleva su marca registrada con líneas claras y superficies sin adornos, un cuerpo ligeramente en forma de cuña y acentos en negrita.
El nuevo SL continuó sin problemas la tradición del automóvil deportivo de producción Mercedes-Benz SL. Comenzó con los modelos 300 SL (W 198, 1954 a 1963) y 190 SL (W 121, 1955 a 1963). Le siguieron las “Pagodas” de SL de la serie del modelo W 113 (1963 a 1971), así como la SL de la serie del modelo R 107 (1971 a 1985), de la cual también se obtuvieron los cupés de clase de lujo SLC (C 107). Derivado al mismo tiempo. La leyenda del SL se creó en 1952 en las pistas de carreras del mundo: el nuevo coche de carreras 300 SL (W 194) ganó inmediatamente cuatro de cada cinco carreras en su primera y única temporada de carreras y así dio paso a la leyenda del SL.
Para el inicio del nuevo roadster en 1989, había dos modelos con motores en línea de tres litros y seis cilindros (300 SL con 190 hp y 300 SL-24 con 231 hp y cuatro válvulas) y también el modelo V8 500 SL de cinco litros con 326 hp. El desarrollo de un modelo superior con un motor V12 fue aprobado por la compañía en diciembre de 1986.
