Las 24 horas de Le Mans son mucho más que un día de carrera, son un proyecto que muchas armadoras se ponen como meta.
Son mucho más que un día de carrera, son un proyecto que muchas armadoras se ponen como meta. Es sin duda, un triunfo que muchos buscan y que muchos quedan en el intento, un logro que corporativamente es extenuante, una carrera que no solo es un coche y un piloto, un equipo o una competencia más en la vida, se convierte en todo, hasta en un arriesgue financiero de altos vuelos.
Seguramente han existido en la historia de las armadoras, muchos folders con proyectos para competir y ganar en las 24 horas de Le Mans. Sin duda, muchos financieros han de haber revisado los números sin sonreír y muchos directivos ha dado el visto bueno, quizás muchos otros no, algunos han cesado en el intento y algunos más han tenido por seguro que correr esta justa les dejará mucho más que solo clientes y volumen de ventas. Lo que le aseguro es que marcas como Ferrari, Aston Martin, Ford, Corvette, Porsche, Audi, Peugeot, etcétera, y este año Toyota, no serían hoy lo que son sin haber competido aquí.
Así, desde la enigmática batalla entre Ferrari y Ford, el mundo americano y el europeo, los esfuerzos económicos y de ingeniería, los resultados de marketing y la fama mundial de quien gana las 24 horas de Le Mans, hoy en día sigue siendo el reto mayor para fabricantes, equipos y pilotos, recientemente a Audi le permitió ganar y hacer época con sus motores a diésel, a Porsche sus sistemas híbridos y a Toyota este año la confiabilidad para recibir la de cuadros en este autódromo.
Lo cierto es que muchos se han extenuado, muchas corporaciones generan estrés en su interior por participar, muchos otros lo han visto como el logro de su vida, emprendedores lo han dejado todo por participar en ella. La hacen única varios hechos, algunos: las distintas categorías que se corren, el que sea un circuito que se apodera de caminos vecinales, una gran recta que ha retado hasta las aerodinámicas más avanzadas en su época, aficionados que dedican, acampan y viven incomodidades toda una semana para disfrutarla, equipos de todas partes del mundo y el interés internacional dan como resultado que de las tres de la tarde de un sábado a las tres de la tarde de un domingo de mitad de junio, son las 24 horas más críticas y de resistencia para el automovilismo en el mundo. Imagine ahora todos los beneficios en tecnología, materiales y soluciones para los autos de calle, el precio sin duda ha sido caro para muchos, el siglo pasado morían pilotos, aficionados y las compañías entraban en épocas complicadas para lograr la victoria, hoy gracias a todo eso se vive el mito de las 24 horas de Le Mans, las sonrisas de cada vencedor marcan la historia y hoy sigue siendo el pensamiento de 24 horas por 365 días para muchos…
@MemoLiraP