Milwaukee es su casa desde 1903 cuando William Harley y Arthur Davidson, fundan la compañía, llevándola a crear la motocicleta americana por excelencia.
Siempre se tiende a pensar en Detroit como la cuna de las mejores historias sobre ruedas de la industria automotriz americana, y si hablamos de autos, claro de ahí salieron las unidades que poblaron todo el país y finalmente se exportaron a todos los rincones del mundo, de ahí salieron muchas de las necesidades para crear la industria automotriz, tanto más gasolina, acero, caucho, etcétera… Detroit tiene al auto y ahí siguen los corporativos de las tres grandes, pero hay una ciudad a menos de dos horas de Chicago que también ha visto pasar la historia de la movilidad, ahora en dos ruedas pero ha hecho lo que casi ninguna marca había logrado el siglo pasado y que pocas logran el día de hoy.
Milwaukee es la casa de Harley-Davidson desde 1903 cuando William Harley y Arthur Davidson, fundan la compañía, llevándola a crear la motocicleta americana por excelencia, esa que puso en ruedas al ejército, al reparto de correo, mercancías y también trajo las emociones por carretera, competencias e innovación. Es más, cada vez que hay un aniversario y se ven clientes de todo el mundo y muchos de ellos traer sus propias motos, no importando los días, los océanos o el clima, muestra fielmente lo que ha hecho esta compañía.
Increíble que las motocicletas que construyeron parecían bicicletas con motor y el miedo… quedarse sin gasolina pues no había tantas gasolineras, o que se descompusieran, con ello Harley-Davidson fundó una de sus estrategias más exitosas, su red de distribuidores donde asistencia, mecánica y partes garantizan a sus clientes el que puedan llegar a cualquier lugar en sus motos.
Las épocas y el éxito
Hoy son 115 años, han pasado guerras, crisis, ventas por las malas épocas financieras, recompra por inversionistas donde también participaban las familias fundadoras, etcétera… las dos ruedas habían demostrado su éxito con la población norteamericana.
Hoy la compañía ha creado su legado, un museo que tiene apenas una década pero que guarda la primera moto de la compañía la “Serial One” en una cápsula de cristal, contrastando con la que será la primera eléctrica que tuve oportunidad de conocer en este mes de agosto de 2018, la cual entrará a la venta en exactamente 12 meses y que seguramente estará en este museo, tal como muchas están ahí dispuestas, tanto las de policías, las de películas emblemáticas, las de la era AMF, la primera sportster, la tecnología de sus nuevas motos de carretera, etcétera, el lugar del legado luce más vivo que nunca y
renovado, su director general actual, también es un Davidson, Bill, a quien tuve oportunidad de escuchar más entusiasmado del futuro que nunca, fundando la emoción en lo que ha dado la motocicleta de emoción – como se le veía la sonrisa junto a uno de los líderes espirituales de la compañía Willie G. Davidson (nacido en 1933), viendo las carreras de motos vintage en la playa -, así explica cómo la tecnología lleva a las dos ruedas al mejor producto que tienen hoy en día y al futuro con la familia Livewire a lugares que quizás hoy desconocidos pero que seguramente cambiarán el estilo de vida de muchos que habitan en las ciudades, que gozan de cuidar el ambiente, del manejo de la energía eléctrica y de sentir la nueva tecnología por primera vez. Por igual tuve oportunidad de escuchar a Karen Davidson, una mujer líder quien tomó las riendas del negocio de la ropa de rodar y de diario de la marca, sus diseños sin duda son una gran contribución al negocio de la compañía y por igual siempre se le ve sonriente en la sociedad, en las nuevas competencias en montaña y playa me tocó verla, tan emocionada como enfocada en las creaciones que darán vida a la ropa orientada a los nuevos segmentos como las motos doble propósito que necesitarán infinidad de características técnicas que ya está validando.
Los nuevos nichos de mercado
Así ejecutivos y familia Davidson, llevan la nueva era hacia el éxito pensado en nuevos segmentos de mercado, es decir, la compañía crecerá de lo que hoy conocemos como la moto Harley-Davidson, hacia nichos de mercado como una completa nueva familia doble propósito, un lugar difícil de creer para los motores “Milwaukee Eight V-Twin” que fabrica hoy en día en la planta de “Pilgrim Road” a razón de unos 200,000 al año. Además, entrará en segmentos de ciudad con grandes motores y diseños conocidas como “Street Fighters” y el estilo “Vintage” está más vivo que nunca con ejemplares que precisamente podrían correr en la arena como a mediados del siglo pasado, o en competencias fuera de camino en ascenso de montaña, le emoción de la competencia viene incluida en la nueva era, hasta en la ropa con prendas inspiradas en aquellas épocas. Todo esto al mismo tiempo que la moto de carretera incrementa su tecnología, mejora sus sistemas de conectividad, entretenimiento, desempeño, etcétera.
Así tenemos una compañía que hoy ve a los próximos cuatro años con ganancias importantes basadas en nuevos mercados, nuevas tecnologías y venta mundial dividida en dos organizaciones importantes, Estados Unidos y el resto del mundo, por ello no es ajeno a que usted haya visto cómo han crecido las distribuidoras en el país aumentando el número de motociclistas. Espere los nuevos segmentos y la facilidad eléctrica para ciudad y el crecimiento puede ser exponencial cuando el producto exceda la funcionalidad, la practicidad y el manejo sea lo más sencillo posible.
La historia y el futuro…
Estamos ante una era de movilidad que exige complementar a todos los medios de transporte y esa marca que mantiene viva a Milwaukee, al espíritu de sus fundadores, pero a la imaginación de sus líderes actuales y estrategias concretas, participará de manera frontal, el plan está hecho, veremos en el 120 aniversario en el 2023 los resultados de este y al escudo más famoso de las dos ruedas seguir en todo lo alto del mejor museo de motociclismo el mundo. Felices 115 años, la competencia nos renueva y el cliente decide.