Es difícil decirlo, pero el auto de motor de gasolina como lo conocemos hoy en día sigue viviendo de popularidad por resultarle increíble a la humanidad que pudiese ser eliminado de la vida diaria.
Un mundo de cero accidentes de tráfico, ordenado en circulación peatonal y distintos modos de transporte, desde “patín del diablo” hasta drones para mercancías, desde taxis autónomos, hasta autos conectados a los postes de luz o semáforos… todo eso es lo que en una visión conjunta hacia el futuro se está viendo y reconociendo por las principales empresas fabricantes de artefactos de movilidad, desde el auto, el robot o el transporte público.
Es difícil decirlo, pero el auto de motor de gasolina como lo conocemos hoy en día sigue viviendo de popularidad por resultarle increíble a la humanidad que pudiese ser eliminado de la vida diaria por la gran riqueza que produce el petróleo durante todas las generaciones del siglo pasado y las que van de este. La realidad es que todo se sigue moviendo por petróleo en cuanto a vehículos, los eléctricos aún son muy pocos, aunque empiezan a ganar terreno. Pero, esta tarea suena igual a cuando se decidió que el motor de combustión interna moviera al mundo, se tendrían que poner gasolineras por todo el planeta –cosa que sucedió, o por lo menos en el rango de movilidad que da un tanque normal de gasolina–, se debían construir los caminos pavimentados para autos y camiones –segunda condición que sonaba increíble, pero sucedió.
Mientras eso pasaba, la generación de energía eléctrica fue crucial para el avance de la humanidad, tanto que hoy son innumerables los aparatos con energía eléctrica que usamos, solo que estaban todos conectados a la corriente, hasta que llegaron las pilas de las computadoras, teléfonos celulares, drones, patines y demás. Hoy no se necesita estar conectado para tener energía, las pilas cada día son mas poderosas, se cargan más rápido y es posible tomar su energía en la cantidad y momento que el usuario quiera, tal cual como en un auto eléctrico a disposición del acelerador, e inclusive recargarlas con el mismo movimiento que “sobra” al auto sin usar energía.
Sigue el auto eléctrico, sin duda, y la tarea es poder cargarlo, aquí déjeme decirle que tenemos más puntos de contacto con electricidad que con gasolina, de manera simple en su casa hay voltaje, nunca gasolina. Se podrán multiplicar los puntos de carga que cada día es más rápida y que quizá elimine la necesidad de “ir a cargar” el vehículo, es más, ni en carretera, sino solo dejarlo cargar en sus tiempos muertos. Ya pasa con todos los dueños que conozco de autos eléctricos en la CDMX, la mayoría han puesto estaciones de carga en su casa, otros más cargan públicamente sin pagar aún la energía, como es mi caso.
El otro factor es ir conectado todo el tiempo pero al internet –5G será el estándar–, la velocidad de datos dejará que los vehículos se comuniquen entre sí, con la infraestructura y con la nube, de ahí se tomará desde qué pasará en el camino más adelante, la velocidad máxima, la situación técnica de su auto, situación de peatones y hasta podrá detectar que se esté sintiendo mal el usuario. Con ello, los accidentes serán reducidos al máximo pues la movilidad autónoma es realidad, solo falta que se regule y estará haciendo su entrada a la sociedad antes de la segunda mitad de siglo.
Así, a los entusiastas de manejo, palancas de velocidades al piso, pedales de clutch, motores de gasolina reverberantes y frenos de mano manuales, les quedará el placer de conducir cuando de verdad disfruten su vehículo fuera de los centros de ciudad, carreteras congestionadas o tráficos pesados, seguramente, en próximas décadas manejará por placer en pistas y carreteras que así lo permitan por su flujo vehicular, tal cual hoy por hoy hay el gusto por los veleros; su mar, su orden, sus tiempos, su disfrute, así serán nuestros queridos bloques de motor de combustión interna.
Hoy las ciudades con voluntad de todas las partes ya pueden ser con movilidad eléctrica y conectada, poco más adelante autónoma con las regulaciones debidas, la tecnología existe, hoy es usarla. Poco faltará, para que un servicio de taxi llegue por usted sin volantes, sin pedales y obviamente… sin chofer.
@MemoLiraP