¡Shumi regálanos una victoria más! #MemoLira.
La noticia que dio la vuelta al mundo entero el pasado 30 de diciembre, y que detonara un sin fin de halagos y reconocimientos al piloto más ganador de la F1 en todos los tiempos, continúa llenándonos de buena esperanza y oraciones para que el piloto alemán pueda regresar a hacer su vida como la conocía, y a poco menos de un año recordamos sus habilidades, humildad y don de gente…
Existe un gran nivel de empatía por una leyenda del volante, que llegó a lo más alto de su disciplina, pero para comprender un poco más de la repercusión de sus logros y alcances, debemos recobrar su historia y cómo fue que surgió la impaciencia por manejar rápido en competencia, rapidísimo…
A los 4 años ya manejaba un kart, su padre siendo mecánico configuró un automóvil para él y años más tarde saldría subcampeón del mundo en la categoría junior con 16 años y a los 18 campeón alemán y europeo. Campeón de Fórmula 3 Alemana en 1990 y piloto de resistencia compitiendo en las 24 Horas de Le Mans, casi por casualidad debutó en F1 de la mano de Eddie Jordan reemplazando al Bertrand Gachot en el GP de Bélgica. Su rendimiento fue magnífico clasificando 7º, mientras que fallas mecánicas le impidieron terminar la carrera.
Ya en 1992, Michael era piloto de Benneton coronándose en su primera temporada con una victoria en Spa-Francorchamps, y adicionalmente consiguió ocho podios, terminando el calendario como el tercer mejor piloto, delante de Ayrton Senna. Nigel Mansell fue primero y Riccardo Pastrese culminó segundo.
En 1994 llegaría su primer título mundial, además de ganar el trágico Gran Premio de San Marino, en el que perdieran la vida dos pilotos, Roland Ratzenberger y Ayrton Senna, el año siguiente conseguiría el bicampeonato con Benneton y partiría a Ferrari en donde no tendría un inicio glorioso, destinado a quedar detrás de los Williams de Damon Hill y Jacques Villeneuve, mientras que en 1998 y 1999 su Ferrari no pudo más que competir contra el McLaren del finlandés Mika Häkkinen, relegado a segundo por una polémica establecida con David Coulthard y posteriormente a consecuencia de una lesión en la pierna, no obstante para 1999 cooperó con la conquista del mundial de constructores para el Cavallino tras 16 años de sequía, y es que tanto va el cántaro…
El nuevo milienio trajo para Schumi su tercer título mundial, el primero para Ferrari a bordo del F1-2000, y se rompieron 21 años desde el último título de la Scuderia en cuestión de pilotos, igualmente tras ganar el Gran Premio de Italia, consiguió igualar el número de victorias de Ayrton Senna, por lo que el alemán echó a llorar en la rueda de prensa. Del primer año del nuevo milenio al 2004, Schumacher conquistó los 5 campeonatos, no obstante para el año 2005, Fernando Alonso y Kimi Räikkönen superaron al “Kaiser”, a lo que él describió como la peor “Ferrari” desde que llegó, dándole muy pocas armas para contrarrestar la velocidad de Renault y McLaren respectivamente. Al término de la temporada 2005 decidió hacerse a un lado y fue nombrado asesor de pilotos (Räikkönen y Massa), mientras en 2010, 2011 y 2012 fichó para el flamante Mercedes GP y Mercedes AMG, no obstante nunca pudo ser lo competitivo que se esperaba, obteniendo un único podio en el Gran Premio de Europa, para el año siguiente Michael anunció su retirada definitiva de la máxima competición.
Los números de Schumi son prácticamente inalcanzables, o lo eran hasta que apareció Sebastian Vettel, quien ha llegado al cavallino con la misión de regresar el título a la Scuderia, sin embargo el “Kaiser”, ostenta 7 títulos mundiales de pilotos y una lista interminable de récords aún por batir: más victorias con 91, más carreras ganadas para un solo equipo, 72, más segundos puestos con 43, 69 poles, 40 carreras ganadas de punta a punta, más “hatrick” (pole, victoria y vuelta rápida), más puntos totales 1369, y un número impresionante de récords para autódromos de acuerdo a los criterios. Sin lugar a dudas, si miramos únicamente los números, el alemán que hoy continúa recuperándose del severo traumatismo craneoencefálico que le provocó un estado de coma por la fuerte hemorragia hace un año, es el piloto de Fórmula 1 más laureado en la historia de la FIA surgida en 1950, por lo que esta redacción espera su recuperación y continúa el seguimiento a su legendaria trayectoria.