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La espera terminó para todos los amantes del automovilismo y el circuito de Melbourne, Australia ubicado en el Albert Park nuevamente fue sede del inicio de la temporada, la cual desde la pretemporada causó...
La espera terminó para todos los amantes del automovilismo y el circuito de Melbourne, Australia ubicado en el Albert Park nuevamente fue sede del inicio de la temporada, la cual desde la pretemporada causó mucha expectación primero por ser el último año de la era de los motores V8, los neumáticos pensados para degradarse en poco tiempo para mejorar el espectáculo según Pirelli y por supuesto la incorporación de dos mexicanos a la parrilla.
El trazo del Australia es rápido y con un pavimento desgastante al que se le tiene que sumar una alta carga aerodinámica al auto para poder tomar las curvas a velocidad, pero además durante las prácticas y clasificación la lluvia se hizo presente por lo que el resultado era incierto, ya que como nos ha enseñado la Fórmula Uno, cuando llueve cualquiera puede ganar.
La clasificación mostraba una continuidad con la temporada pasada con un equipo Red Bull inalcanzable, pro la carrera deparó muchos cambios en pista atribuibles a lo que todos los equipos y pilotos temían, los neumáticos, ya que la mayoría de los participantes asumieron que realizarían dos paradas en pits, pero la realidad fue otra cuando las llantas súper blandas duraban a lo mucho 6 vueltas o en el caso de Kimi Raikkönen que las llevó hasta los 9 giros.
Ese fue el secreto para la primera victoria de la temporada, y el que será la tónica para el resto de la temporada, el uso de los neumáticos por lo que los equipos necesitarán una nueva puesta a punto, y los pilotos tendrán que tener un manejo cuidadoso evitando bloqueos de llantas.
Para los representantes mexicanos Sergio Pérez logra un agridulce puesto 11 a dos lugares de su co-equipero Jenson Button, mientras el regiomontano Esteban Gutiérrez finaliza la carrera en el puesto 13 con una vuelta perdida.
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