Yamaha Super Teneré 2014 a prueba

La moto que toma su nombre del desierto del Teneré en el Sahara, cuenta con todo el desarrollo de la marca japonesa en las competencias de resistencia como el Rally Dakar; la Super Teneré es una moto del segmento de doble propósito con alta cilindrada, con la suficiente potencia para poder solventar zonas complicadas de transitar, además de ser apta para el manejo en carretera y terracería.

La Teneré llegó a México hace unos 5 años en los cuales se había mantenido intacta, hasta este 2014 que recibió algunos cambios estéticos y mecánicos que solo afinaron más el modelo ya que continua con su enfoque de aventura.

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Las novedades que presenta comienzan con un nuevo tablero digital, mientras que el parador central, asas traseras para pasajero y parrilla se quitaron por lo que el peso se redujo un poco. En cuanto a tecnología ofrece ya de serie control de tracción con dos modos de manejo, frenos ABS, nuevas suspensiones con regulación electrónica para mejorar la respuesta si llevas pasajero, carga o ambos.

La Super Teneré es sin dudas imponente y este sentir continúa al subir a ella con sus 265 kg de peso en orden de marcha, el sonido del motor es ronco y al engranar la primera marcha y comenzar a rodar los primeros metros las cosas cambian mucho ya que es totalmente maniobrable a baja velocidad mientras que el recorrido de las suspensiones nos hace olvidar de baches, topes y en general malos caminos.

En la ciudad el manejo es muy sensitivo y ágil, la altura de la unidad permite dominar un campo de visión hacia adelante excelente lo que nos da seguridad, mientras que el rango de giro permite maniobrar en espacios reducidos. El ruido ronco de la Teneré no pasa desapercibido por los automovilistas y siempre estaremos a la vista. En este punto esteremos jugando con la caja de cambios entre la primera y tercera marcha que son más que suficientes para rodar con soltura y sin necesidad de velocidad.

Al salir a carretera la maniobrabilidad se mantiene y de hecho en el curveo los posa pies pueden llegar a tallar con el piso, los sistemas de estabilidad permiten tener el control en todo momento e incluso sin ellos el chasis se comporta de manera excelente. Con todo y la altura de la moto el curveo puede ser muy rápido y lograr ángulos de inclinación muy interesantes. Para apoyar los trayectos a velocidad cuenta con un parabrisas de ajuste manual.

El transitar por carretera fue similar al de una moto crucero ya que es muy cómoda en cuanto a la posición de manejo y el parabrisas nos hace olvidar turbulencias, la velocidad máxima que logré en una recta alcanzó los 215 km/hr y la Super Teneré se mantenía sin vibraciones, mientras que los frenos podían detener con firmeza la marcha, esto también gracias al sistema ABS.

Finalmente luego de salir de la ciudad y tomar carretera llegamos a la prueba final que era la terracería, en este punto desconecté los frenos ABS y control de tracción y la moto tomó una nueva vida, una que exige más al piloto y que le acerca mucho al manejo de una enduro. En este punto destacó nuevamente la suspensión que filtra gran parte del terreno incluso a velocidad pero que se mantenía sólida en los saltos y desniveles, la Super Teneré nos brinda 112 hp y un par motor de 117 Nm que hacen que subir una pendiente o pasar un terreno blando sea sencillo y divertido aunque para este fin necesita llantas con tacos y de serie viene con neumáticos de enfoque carretero.

La respuesta del motor ya sin controles fue poderosa y debo confesar que tuve que ponerme en “modo sensible” con el acelerador y acompañar a la moto con el cuerpo, algo que me sorprendió es que estando arriba en cualquier terreno se te olvida el peso. La confianza llegó conforme pasaban las vueltas tanto que la Teneré conoció “las alturas” ya que por breves momentos saltaba y el aterrizaje era seguro y firme, transmitiendo en todo momento confianza y sobre todo diversión de manejo.

La Yamaha Super Teneré ofrece una versatilidad sin igual, y está orientada para los que gustan de “sentir la máquina” y manejar donde haya o no caminos.