Una nueva investigación por parte de la IIHS hecha este mismo año ha entregado conclusiones muy importantes. De acuerdo a esta organización, un incremento mínimo en la velocidad de tu coche tiene consecuencias notables a la hora de recibir un impacto frontal.
Con parámetros totalmente regulados, la utilización de muñecos de prueba y más 10 cámaras de alta velocidad, esta asociación pudo respaldar los datos obtenidos en sus pruebas. Aquí te compartiremos las conclusiones más importantes y las cifras importantes de este estudio.
La IIHS o Insurance Institute of Highway Safety es un órgano independiente sin fines de lucro con fines científicos y educacionales. Su principal objetivo es reducir las fatalidades, heridas y daño a la propiedad en choques automovilísticos mediante investigación y evaluación rigurosa.
Experimentos en áreas cerradas con múltiples cámaras están diseñados para evaluar impactos desde todos los ángulos a casi cualquier vehículo que podemos encontrar en el mercado.
La IIHS trabaja con el Highway Loss Data Institute o (HLDI) para constantemente promover la educación de los conductores. Asimismo, la organización le exige a los fabricantes que sus vehículos sean lo más seguros posibles a la hora de ser vendidos en el mercado automotriz.
En la voz del presidente de la IIHS David Harkey, se condujeron tres pruebas de impacto frontal con un incremento gradual de velocidad en cada una. El primero fue a 40 millas por hora (64 km/h), el segundo a 50 millas por hora (80 km/h) y el último a 56 millas por hora (90 km/h).
El objetivo del estudio era averiguar cuál era la diferencia en daños estructurales del vehículo y potenciales heridas al conductor en un impacto frontal. Se utilizó para el experimento una Honda CR-V del 2010 como base debido a la popularidad del segmento SUV en el mercado de los Estados Unidos. También se seleccionó un modelo 2010 para partir del promedio de edad de los vehículos que se encuentran en las calles.
Las pruebas de la IIHS demostraron que a medida de que la velocidad fue incrementando, también aumentó la probabilidad de heridas al conductor durante una colisión frontal. Con cada incremento de velocidad, había más intrusión de las placas estructurales del automóvil en la cabina, arriesgando la seguridad del conductor.
En la velocidad más alta de alrededor de 90 kilómetros por hora, la organización detectó que el habitáculo del coche fue significativamente dañado. Asimismo, aumentó la probabilidad de daños en el área facial, el cerebro, el cuello y la parte baja de las piernas del conductor.
La investigación de la IIHS nos ha demostrado que el riesgo de daños severos al conductor aumenta con cambios muy pequeños en cuanto a la aceleración. ¡No hace falta que conduzcas a 120 kilómetros por hora para estar en riesgo! Por ello, es de extrema importancia que respetes los límites de velocidad viajando en carretera y siempre uses tus cinturones de seguridad.
Aquí también te compartimos otra investigación de la IIHS sobre coches grandes versus ligeros en cuestiones de colisiones desde diferentes ángulos. ¡Protégete a ti y a tu familia y evita el manejo a altas velocidades!
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