Una intervención de artistas mexicanos en la nueva Clase G
En más de 40 años, Mercedes-Benz ha impreso su tecnología y precisión en la Clase G. Un todoterreno que en su nueva generación demuestra sus grandes capacidades.
Ahora, la firma llevó a cabo una tarea para marcar la piel de la Clase G y conectarla aún más con México. La “Geländewagen” ha construido una auténtica leyenda con innumerables hazañas alrededor de todos los continentes, dominando con un lenguaje clásico e innovador en cualquier superficie.
Los artesanos Jacobo y María Ángeles, quienes son reconocidos a nivel mundial por la creación de Alebrijes, seres míticos zapotecas tallados en madera de copal, fueron los encargados de tomar una Clase G para realizar una obra maestra.
La nueva piel de la Clase G cuenta con patrones prehispánicos y tintes acrílicos. La decoración, fue pintada a mano fue realizada en San Martín Tilcajete, un pueblo de Oaxaca.
Los artistas mexicanos tomaron como inspiración los tres puntos de la estrella de Mercedes-Benz, que representan la motorización universal: por aire, por mares y por tierra.
Este emblema fue tomado como referencia para relacionarlo con los tres poderes zapotecas: El águila con el significado de viento; la serpiente que representa el inframundo y el jaguar, representando la tierra.
Bajo ese concepto es que se llevó a cabo la pintura y teniendo como resultado la Clase G Alebrije.
En esta colaboración es el jaguar quien dota de fuerza a la Clase G y la protege. Aunque el resultado final de la obra integra a los tres animales sagrados, visibles con ojos en cofre y faros.
Con esta obra, además de conectar más a México con Alemania, y a Mercedes-Benz con nuestro país; se rescata la tradición y el talento que se requieren para la fabricación tanto de automóviles
como de artesanías, con gráficos precolombinos, colores típicos de Oaxaca y México, como el amarillo, negro y rojo, además de una bandera de los pueblos indígenas americanos visible en el techo, que se combina con los elementos de una bandera de carreras.
La obra requirió de 175 días de decoración, además de la participación de 8 artesanos.
Clase G Alebrije recorrerá diferentes distribuidores de la marca en México y se espera que sea enviada a Europa para ser exhibida en el museo de Mercedes-Benz en Stuttgart, Alemania.