Un ícono de los años sesenta que tiene cifras que sorprendería incluso a coches modernos.
El histórico piloto norteamericano Carroll Shelby tenía un sueño en lo más profundo de su corazón: convertirse en un diseñador automotriz. Varios intentos fallidos y problemas de salud por momentos lo empujaron a abandonar esa fantasía. O eso creía antes de la llegada del Shelby Cobra.
Fabricado por la compañía británica AC Cars, este deportivo de dos puertas hecho 100% a mano y con un cuerpo de aluminio cautivó por completo al corazón del texano. Fue gracias a ese amor a primera vista que Carroll Shelby impulsó al Cobra a un estado de total reverencia en el mundo automotriz.
La historia del Shelby Cobra comienza en 1961, a la par de cuando el propio Carroll Shelby estaba teniendo problemas de salud severos que lo habían forzado retirarse de las competencias y el resto de sus esfuerzos empresariales no resultaron a su favor.
Fue en esta época complicada donde Carroll se enteraría de la producción de un modelo llamado AC Cobra por parte de una compañía británica. Se trataba de un deportivo de dos puertas con un estilo 100% vintage. Sin embargo, el pequeño cochecito portaba un motor Bristol de seis cilindros en línea diseñado por BMW antes de la Segunda Guerra Mundial. Debido a que las partes escaseaban, el Cobra parecía estar destinado a desaparecer por completo.
Carroll Shelby fue quien salvaría a este automóvil de la desaparición. Se enamoró de sus clásicas líneas exquisitas y su construcción hecho a mano. Al darse cuenta del potencial, Shelby vio la perfecta oportunidad de convertir su sueño realidad de fabricar su propio vehículo.
Contactó Carroll a AC Cars para que le enviaran un modelo sin motor directamente a su tienda en California. Aliado con Ford Motor Company y un pequeño equipo de mecánicos, comenzaría la travesía del que sería uno de los coches más icónicos de los 60.
Shelby Cobra se introdujo por primera vez en 1962. El fantástico trabajo de Carroll Shelby comenzaría por colocar un motor 260 V8 proveniente del Ford Zephyr. La carrocería tuvo que rediseñarse para que el motor cupiera. De ahí, la modificación más importante sería incluir un diferencial trasero más fuerte para poder aguantar la potencia del motor.
Frenos de disco se seleccionaron muy similares a los que contaba el Jaguar E-Type. Después de muchas pruebas y modificaciones, el motor y la transmisión se enviaron directamente a Carroll en febrero de 1962.
Para distinguir a su prototipo llamando CSX2000, Shelby hizo un trabajo de pintura único en menos de ocho horas en un taller en Santa Fe Springs de California para poder mandar cuanto antes el coche a pruebas en camino.
Su masivo motor de 7.0 litros no añadió el suficiente peso para el pequeño Cobra como para afectar su desempeño. Esto se vio reflejado en sus tiempos de 0-100 kilómetros por hora en alrededor de 3.4 segundos. Eso es más rápido que muchos súper coches hoy en día.
Por años, el Cobra 427 se consolidó como el deportivo norteamericano de los años 60. La brutal aceleración sin duda alguna era de los puntos a vender. Incluso se habla de una leyenda donde el propio Carroll Shelby le apostaba a los dueños 100 dólares si eran capaces de llevar el pequeño monstruo a su máxima velocidad. Se dice que ninguno alcanzó a cumplir la promesa.
Naturalmente al hablar de un carro de origen británico humilde con un monstruoso V8 instalado al frente, no podías esperar mucho del confort. Además de los indicadores básicos como velocímetro y un pedazo de lona con ventanas laterales de plexiglas para proteger de la lluvia, el Cobra no tenía absolutamente nada más.
La pureza de manejo era lo más importante. Por ello, durante su periodo de producción de 1965-1967 donde solo se produjeron 348 copias, hubieron muchos registros de accidentes por parte de dueños que llevaron el coche a más de lo que podían manejar.
Shelby Cobra se dejó de producir en 1967 pero la emoción era tan grande sobre estos vehículos que varios aficionados y compañías intentaron mantener vivo el carro. A partir de 1980, se construyeron los “Continuation Cars” aprobados por el propio Shelby.
Los coches inicialmente se produjeron con un chasis hecho por McCluskey Ltd más las autopartes y el motor realizados por Ford para mantener el espíritu original. Con el paso gradual de los años, la compañía tuvo que comenzar a fabricar sus propias partes para entregar los vehículos.
Al día de hoy, estos coches se siguen produciendo. La gran mayoría cuenta con carrocerías en fibra de vidrio aunque hay opciones en aluminio y en fibra de carbono. En 2004, incluso se presentó el Ford Shelby Cobra Concept como una continuación de la estrategia de revivir históricos en la marca como el Ford GT40 y el Mustang.
Un Cobra original anda actualmente en las cifras de millón de dólares. Sorprendentemente, al contar con muchísimas partes de Ford, el costo de correrlo diariamente es muchísimo menor al de un súper coche italiano clásico.
Además, gracias a las compañías adicionales que construyeron el coche, se estiman que existen 60,000 ejemplares de este estilo. Entonces si llegaras a querer uno, la buena noticia es que posiblemente no sea tan difícil de conseguir cómo pensabas.
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