Así se celebran 50 años con estilo.
Cuando en 2013 se celebraron los 50 años de Lamborghini, la firma italiana presentó un modelo extremadamente especial. El Lamborghini Egoista, un coche conceptual basado en el súper longevo Gallardo, tenía toda la intención de demostrar la pasión y locura de la marca. Materiales exóticos, inspiración en aviones de combate y velocidad extrema fueron algunos de su principios de diseño.
Lamborghini Egoista se presumió con un motor de 5.2 litros V10 montado centralmente con una potencia de 600 caballos. Destacando inmediatamente por un diseño súper inusual concebido por el grupo de diseño Volkswagen, requirió dos diseñadores en jefe para cada una de sus facetas. Alessandro D’Ambrosio se encargó del exterior y Stefan Sielaff para el interior.
El primer paso fue respetar la idea deportiva del automóvil. Por ello, Egoista se diseñó desde un inicio para contar con solamente un asiento al centro. Creando un manejo más preciso y mejorando la distribución de peso, esta idea tiene inspiración en el mundo de la aviación. En concreto, viene del legendario helicóptero Apache donde el piloto puede ser expulsado en una emergencia. Pero no te creas. Aquí no hay botón de eyección.
Además de su extravagante diseño, el principal objetivo de Lamborghini Egoista está determinado por su obsesión con la aerodinámica. Para ello, el chasís ha sido diseñado con muchos ángulos para mantener el coche pegado al piso y asimilar de manera inmediata a jets de combate.
Su construcción integral es en fibra de carbono y aluminio para garantizar un peso ultra ligero. Y naturalmente, para mantener ese V10 lo más frío posible, Egoista cuenta con muchas ranuras a los lados y al frente para dejar entrar el aire mientras avanza a toda velocidad.
El trabajo interior de Lamborghini Egoista es tan extremo como su carrocería. El asiento central obviamente es de carreras con un cinturón de cuatro puntos con colores distintivos. Pero a pesar de su locura, Lamborghini mantuvo la cabina con el menor número de instrumentos posible para mantener el peso bajo.
Sin embargo, notarás que los instrumentos y la computadora de viaje nuevamente tienen inspiración en la aviación. Nos recuerdan inmediatamente a un avión de Top Gun. Finalmente, para salir del Egoista, como buen coche de carreras, hay que remover el volante por completo, junto con el vidrio que rodea al piloto.
La filosofía de Lamborghini Egoista a final de cuentas siempre fue clara: llegar al extremo en cuanto a todo lo que la firma italiana puede ser. Lastimosamente, esto quedó solamente como un coche conceptual. Sin embargo, no tenemos duda de que algunos elementos fueron preservados para coches futuros de la marca.
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