Si no es ahora, será mañana. Un coche que pasó a ser de rechazado a coche de colección.
Se sabe que dentro del mundo del muscle car, Chrysler Corporation tuvo una presencia notable con modelos como Challenger y Charger. Sin embargo, existe un ejemplar que pasó relativamente desapercibido en su momento: el Plymouth Barracuda.
Basado en la plataforma A de Chrysler, este muscle car de dos puertas no parecía que iba a ser un contendiente real dentro de este universo. Sin embargo los coleccionistas están pagando cifras impensables por un ejemplar en buen estado. ¿Sabes por qué?
En 1964, durante el desarrollo del Plymouth Barracuda, un secreto no tan secreto había emanado acerca de los planes de Ford. La marca del gigante azul tenía planteado construir un nuevo vehículo deportivo compacto basado en el Falcon. Un coche que eventualmente se llamaría Mustang.
Irv Ritchie, uno de los diseñadores en jefe de Chrysler, se puso a trabajar en un sketch de una versión compacta y deportiva del Valiant para competir. Aunque el presupuesto de la compañía era bajo en esos momentos, los ejecutivos de Chrysler potenciaron su entrada a este nuevo segmento de entusiastas jóvenes.
Desgraciadamente, los ejecutivos de vez en cuando también tienen ideas no muy buenas. Entre ellas era llamar a este nuevo modelo de Plymouth “Panda”, una idea muy impopular dentro de sus diseñadores. Solamente hasta el último momento, lograron convencerlos de nombrarlo Barracuda.
El coche finalmente fue revelado como un descendiente directo del Plymouth Valiant en abril 1 de 1964, algo muy similar a lo que hizo Ford con el Mustang al basarse en el Falcon. Principalmente la diferencia se encontraría en la parte trasera para distinguirlo de su modelo base.
Preservando la idea de costo-beneficio del muscle car, el Plymouth Barracuda empezaría a 2,512 dólares, un equivalente similar a 21,000 dólares actuales. En el mercado, sin embargo, el coche seguía siendo asociado al no tan emocionante Valiant. Por ello, el Mustang obtuvo un éxito mayor en ventas.
Para la segunda generación introducida en 1967, el vehículo obtuvo un rediseño notable además de añadir las carrocerías de convertible y techo rígido. En esta ocasión, como la generación pasada, empezaba con motores Slant 6 y subía hasta 6 variantes de un motor V8.
Ese mismo año se introduciría el motor B big-block solamente disponible en la versión Formula S que erogaba 280 caballos de potencia. Fue así que el vehículo fue consolidándose lentamente como un deportivo en todo el sentido de la palabra.
Plymouth Barracuda vería su última iteración entre los años 1970-1974. Este nuevo diseño a cargo de John E. Herlitz tenía la intención de removerse por completo de su pasado con el Valiant. Por ello, incluso se utilizaría una plataforma de construcción totalmente diferente a la anterior llamada E-body, compartida por el Challenger.
Regresando a carrocerías hardtop coupé y convertible, el Barracuda se pudo quitar el estigma de un coche económico sin pretensiones. Eso se podía notar en sus cuatro opciones de motores big-block donde su versión más potente contaba con 425 caballos.
La adición de una caja automática complementaba la serie de comodidades que venían en el coche. Aire acondicionado, ventanas y asientos eléctricos y un interior totalmente premium podían ordenarse de forma opcional para el Barracuda.
Sin embargo, con la llegada progresiva de las regulaciones a los coches debido a la crisis petrolera de los setenta, el golpe fue muy duro para Plymouth Barracuda. Como el resto de los coches norteamericanos, se vio obligado a reducir su caballaje. Por lo tanto, los motores V8 big-block, los más emocionantes de la línea fueron descontinuados.
Los primeros en notar esto fueron los clientes. Al notar que la potencia, uno de los argumentos más importantes para comprar un Barracuda, había desaparecido; lentamente fueron bajando sus ventas. Casi exactamente 10 años después de su lanzamiento, el Barracuda fue retirado de la gama de Plymouth.
Hubo un intento para revivirlo en año 2009 de acuerdo a la revista Motor Trend. Sin embargo, no sería hasta 2015 donde FCA anunció que Barracuda sería lanzado bajo la insignia Dodge y con elementos compartidos con Alfa Romeo Giulia. Conocemos el diseño pero hasta ahora seguimos esperando.
Lo más interesante de Plymouth Barracuda fue que a pesar de no ser uno de los coches más buscados dentro del mundo del muscle car, de todas maneras adquirió un seguimiento importante.
Al día de hoy, son altamente coleccionables las versiones ultra deportivas o convertibles. Esto se debe principalmente a la cantidad tan minúscula de Barracudas en existencia debido a números de producción tan bajos. Encontrar uno en buenas condiciones es una gran problemática.
Tanto así que el Barracuda Hemi de 1971 se considera como uno de los muscle cars más valiosos en la historia. Solamente 13 fueron construidos. ¡Su más reciente venta en 2014 en Mecum Auctions resultó en más de 3.5 millones de dólares!
Así que ya lo sabes. Uno nunca puede estar seguro si se tiene en las manos un coche de valor coleccionable. Solamente el tiempo lo dirá. Quizá Plymouth Barracuda no sea un rostro reconocido. Pero nadie le quitará el título de ser uno de los muscle cars más valiosos de la historia.
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