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Si quieres saber cómo debe ser un súper coche, tienes que aprender todo sobre el F1.
McLaren F1 es lo imposible hecho realidad. Construido en tan solo 106 ejemplares entre 1992-1998, se trató del primer vehículo en la historia en usar un cuerpo en fibra de carbono. Uno de los pioneros en llevar la filosofía del hypercar a la realidad, su costo de 1 millón de dólares en su lanzamiento estaba más que justificado.
Un proyecto conjunto entre el fabricante británico McLaren Cars y BMW, el diseño conceptual fue concebido por Gordon Murray, autor de coches de Fórmula 1. Ni Murray ni McLaren jamás habían trabajado en un coche de producción. Sin embargo, en marzo de 1998 vencería al Jaguar XJ220 como el coche de producción más rápido en la historia y marcaría la pauta de cómo debía ser un súper coche.
McLaren F1 es producto de un proceso de diseño extremadamente ambicioso. Gordon Murray partió con los preceptos básicos de todo carro deportivo: bajo peso y alto poder. Sin embargo, Murray fue el primero en partir con el concepto de utilizar materiales de alta tecnología para sacar el máximo provecho. Fibra de carbono, el titanio, el oro, magnesio y kevlar son algunos de los que utilizó.
Otro sueño de Murray que había llevado desde el Gran Premio en Italia era diseñar un vehículo deportivo de tres asientos. Para el F1 partiría con este concepto como idea base, más el volante colocado justo en el centro, para asimilar lo más posible la experiencia de manejo de un coche de Fórmula 1.
Finalmente, el coche fue revelado por primera ocasión el 28 de mayo de 1992 en el Sporting Club de Monaco. La versión de producción permaneció exactamente igual que el prototipo llamado XP1, a excepción de un detalle. El espejo cambiaría de lugar debido a regulaciones a nivel internacional de seguridad.
Habíamos comentado que McLaren F1 era un proyecto conjunto con BMW. Otra de las exigencias de Murray era un coche naturalmente aspirado para incrementar fiabilidad y control de manejo. El primer candidato para diseñar el motor fue Honda pero al tener apenas 550 caballos de potencia, McLaren tomó la decisión de aproximarse a BMW para máximo poder.
Gracias al trabajo de BMW M, liderado por el ingeniero experto Paul Rosche, se diseñó un motor específico para el F1. Se trataba del BMW S70/2 V12 con 618 caballos de potencia. 14% más poderoso y tan solo 16 kilogramos más pesado que la concepción original de Murray.
El resultado de estos esfuerzos acoplados en una caja manual de 6 relaciones fue una velocidad máxima de 371 kilómetros por hora, aniquilando el récord de Jaguar con el XJ220 de 349 kilómetros por hora.
Cuando pensamos en un súper coche, pocas veces se nos viene a la mente la palabra fiabilidad. Sin embargo, McLaren F1 desarrolló a lo largo de su historia una reputación increíble de ser muy confiable. Varios afortunados dueños siguen contando con su F1 y algunos de ellos lo utilizan como vehículo de diario.
Jay Leno, el famoso conductor de televisión en Estados Unidos, ha preservado el suyo por más de 20 años sin ningún problema. El actor británico y entusiasta de carreras Rowan Atkinson vendió su ejemplar con ganancia después de acumularle más de 160,000 kilómetros. ¡En un McLaren!
La marca se convirtió en una referencia futura de los súper automóviles del futuro al ser la primera marca en enviar sus mecánicos a cualquier lugar del mundo a darle servicio a los ejemplares. Otro dato sorprendente es que el coche tenía un rendimiento de combustible de 37 kilómetros por litro en las mejores circunstancias. Nada mal para el promotor del concepto hypercar.
A pesar de que la producción se detuvo en 1998, McLaren sigue manteniendo una red de soporte al F1. Hay 8 centros de servicio autorizados actualmente y al día de hoy, un especialista técnico puede volar a donde esté ubicado el cliente para darle su debido servicio.
Para celebrar uno de los coches más extraordinarios de la historia, el McLaren F1 LM (LM significa Le Mans), fue una serie de apenas 5 coches excepcionales en honor a los F1 GTR que ganaron la carrera de las 24 Horas de Le Mans en 1995.
Además de su distinguible color en naranja papaya, estos vehículos se le pueden reconocer por sus capacidades extraordinarias. Sin sistema de audio, interior súper básico y alerón trasero fijo en lugar de automático, las cifras de este vehículo eran brutales.
Produciendo 671 caballos de potencia con una velocidad máxima de 362 kilómetros por hora, a pesar de ser menores al coche original el torque era la diferencia. 520 libras pie de torque en un peso de apenas 1,062 kilogramos le permitía al coche alcanzar el 0-100 en 3.9 segundos.
Al día de hoy, McLaren F1 permanece como uno de los coches de producción más rápidos en la historia. Su diseño extravagante, uso de materiales sin precedentes y técnicas de diseño inspirados en Fórmula 1 marcó los estándares de cómo debía ser un hypercar. Podrán pasar los años pero el F1 seguirá por siempre uno de los estandartes en la industria automotriz.
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