Para el continente americano, Ford Escort se le recuerda como uno más entre los coches compactos y económicos del gigante azul. Sin embargo, poca gente sabe que este vehículo es uno de los más importantes en la historia del rally y para la marca norteamericana. Pero lo más irónico de todo es que se trata de una idea 100% británica.
Escort tuvo dos caminos totalmente distintos para el continente americano y el europeo. Sin embargo, en ambos se consolidó rápidamente como un favorito para el público. Tanto así que más de 4 millones de ejemplares fueron vendidos en un periodo de 33 años. Por ello, hoy vamos a repasar lo que podrían ser dos historias muy distintas para este ícono de Ford.
Ford Escort nace en 1967 con el propósito de reemplazar a uno de sus coches más vendidos en Inglaterra: Ford Anglia. Observando el éxito descomunal que el Mini Original tuvo sobre el público inglés, Ford UK partió desde la base del Anglia 100E para construir su propia versión de un coche compacto y económico para las masas.
La generación Mark I se introdujo en Irlanda y Reino Unido en 1967 y se expandió su producción un año después al resto de Europa. Destacando con tres diferentes carrocerías; un dos puertas de techo rígido, el sedán de 4 puertas y una vagoneta de dos puertas; para 1974, la marca elaboró más de 4 millones de ejemplares.
¿Por qué era tan popular? No creas que fue por la emoción. Al principio, Escort sólo estaba disponible con motores de 1.1 o 1.3 litros que erogaban a lo mucho 50 caballos de potencia. Sin embargo, gracias a su precio súper accesible y una tracción a las 4 ruedas, los entusiastas rápidamente le agarraron cariño. Fue cuestión de tiempo comenzar a ver ejemplares de Escort modificados compitiendo en tanto rally como pruebas de endurance.
Ante el entusiasmo de los consumidores, Ford comenzó a adaptar motores de Lotus y Cosworth más poderosos para satisfacer la demanda. Pero fue a finales de los 70 donde Escort obtuvo fama mundial al obtener los 5 primeros lugares en el Rally Mundial de Londres a la Ciudad de México.
El piloto legendario Hannu Mikkola junto con Gunnar Palm fueron campeones en esta carrera de más de 25,000 kilómetros que inició en Europa y recorrió todo el continente americano. Para celebrar este éxito, Ford produjo la edición especial exclusiva para Europa Ford Escort Mexico con 86 caballos de potencia que vendió 10,000 ejemplares. Estaba claro que Escort tenía el potencial para ser legendario.
Ford Escort obtuvo la generación Mark II en Europa en 1974. Además de un diseño completamente nuevo, las opciones de motores aumentaron a 8, donde las más potentes eran motores Pinto y Cosworth que llegaban hasta los 250 caballos de potencia.
El coche fue un tremendo éxito. Los planes de Ford UK lo llevaron a exportarlo a mercados como Israel y Sudáfrica, consolidándose como uno de los coches económicos más emocionantes en el viejo continente. La demanda solo incrementó más cuando se introdujeron tres ediciones especiales: el Linnet, el Harrier y Goldcrest. Todos destacaron por un mejor interior, motores modificado y detalles únicos al exterior. La locura por el Escort simplemente no paraba.
La tercera generación llamada Mark III llegaría en septiembre de 1980. Esta versión cambió por completo debido a que toda la estructura era completamente nueva. Esta nueva versión añadió una versión de camioneta en su carrocería y además obtuvo tracción delantera por primera vez.
Pensado para competir en eficiencia con Volkswagen Golf y Honda Civic, tuvo una característica parte trasera completamente recta para aumentar la eficiencia de combustible patentada por Ford. Sin duda alguna funcionó porque los consumidores llegaron a reportar hasta 112 kilómetros por litro de rendimiento.
Sería un año después donde llegaría Ford Escort al continente americano. Fabricado en plantas en Estados Unidos, Brasil y en Hermosillo en México; el Escort americano tenía una estética muy diferente al modelo europeo. Aunque estaba intencionado compartir el mismo linaje que su hermano británico, la realidad es que el Escort americano era muy distinto.
En donde más se notó la diferencia fue en sus versiones deportivas. Los motores más potentes de Europa en los modelos RS 1600i y el XR3i llegaban a producir 150 caballos de potencia. Pero en América, a pesar de que su modelo GT estaba equipado con un turbocargador, no superaba las cifras de 120 caballos. Otro factor que le pegaría bastante en nuestro mercado es que su comodidad no era la ideal y por su mayor tamaño no se manejaba a la par de su competencia.
Mientras que la versión Mark IV inglesa obtuvo un facelift totalmente nuevo y mantuvo avances constantes, la segunda generación del Escort americano no se comparaba. Por ejemplo, esta segunda versión de 1991 utilizó la plataforma de Mazda B. Es decir, nada que ver con su hermano europeo.
Destacó por un diseño distinto la versión de 1991. Cinco diferentes carrocerías se complementaban con solamente dos ofertas de motor. Un 1.8 litros y un 1.9 litros de 4 cilindros con un máximo de 127 caballos era la única alternativa en nuestro país. Las versiones deportivas desaparecieron de la oferta en América y el coche se convirtió en una opción económica con buen equipamiento. La esencia deportiva del modelo inglés había desaparecido por completo.
La última versión que conoceríamos de Ford Escort en América fue la tercera generación que debutó en 1997. Notando la pérdida de interés en el coche, la oferta de motor mejoró a dos opciones de 2.0 litros con 110 caballos de potencia como entrada. Las ventas mejoraron notablemente con la adición del paquete sport, haciendo de esta versión una mucho más popular entre la gente.
En el paquete sport de 1999, el Escort producía en su mejor configuración 130 caballos de potencia y 146 libras pie de torque. Pero con la llegada de Honda Civic Si y el Dodge Neon ACR, caracterizados por ser coches accesibles pero rápidos, Ford respondió con todavía más potencia en el modelo ZX2 S/R. Este coche erogaba hasta 145 caballos de potencia y la sorprendente velocidad de 240 kilómetros por hora con resultados muy positivos para el público.
El Escort parecía entrar a un camino de total redención. Las ventas crecían en América y en Europa seguía siendo uno de los favoritos del mercado. Desgraciadamente, esta popularidad coincidió con un cambio de planes por parte de Ford a nivel global.
En Europa y América del Norte se introdujo el Ford Focus, un nuevo coche que terminaría por jalar una gran cantidad de consumidores del Escort. Mientras tanto, en México se introdujo a la par el Ford Ikon que suplantaba la versión sedán de 4 puertas. Lentamente, la presencia de Escort fue bajando en los mercados globales hasta su eventual descontinuación. Nuestro país tuvo el inmenso orgullo de recibir el último Escort a nivel mundial en marzo 21 de 2003, culminando una historia de un coche con dos caras totalmente distintas a lo largo de más de 30 años.
Continúa con nuestro canal de Youtube para nuestras pruebas en video
Una de las tecnologías que está dentro de las opciones de movilidad sustentable es el…
Las estadísticas revelan que cada media hora muere un mexicano en accidentes de tráfico, lo…
Max Verstappen realizó una increíble remontada desde el puesto 17 de la parrilla para emerger…
Cuando escuchamos la marca Xiaomi, la relacionamos inmediatamente con productos electrónicos, desde smartphones, llegando hasta…
RAM 1500 RHO brinda el mejor valor por caballo de fuerza, comparado con cualquier pick…