El colorista en la industria automotriz sencillamente se dedica a crear los colores que se utilizarán en los automóviles nuevos al salir de la fábrica. Una labor muy artística e interesante, Renault Design nos...
El colorista en la industria automotriz sencillamente se dedica a crear los colores que se utilizarán en los automóviles nuevos al salir de la fábrica. Una labor muy artística e interesante, Renault Design nos ayuda a entender el curioso proceso que ocurre al concebir nuevos colores para los automóviles nuevos.
Raphael, miembro de Renault Design, nos platica de las particularidades de ser un colorista en la industria automotriz. Raphael pasó sus primeros 10 años como pintor antes de convertirse en un técnico de color. Ahora, cuenta con su propio laboratorio para jugar con diferentes pigmentos y tres cabinas de pintura para probar.
Hay muchas dudas que se deben responder a la hora de pensar en un nuevo color para un coche. ¿Se trata de un vehículo especial o limitado? ¿Es para un modelo estratégico? ¿En qué tipo de configuración vendrá? ¿Cuál es el presupuesto asignado?
La prioridad principal del colorista es generar nuevas ideas antes de producir un lote de pintura para un carro. Por ello, se utilizan técnicas de gran precisión para conseguir ese equilibrio perfecto así como mucha prueba y error. Por ello, no te sorprendas que un nuevo color puede tomar mucho tiempo en concebirse.
El colorista en la industria automotriz debe saber que no existen recetas mágicas. En su lugar, existen múltiples ingredientes a su disposición. Por ello, hay que entender que los colores existen en diferentes tipos: los metálicos, los nacarados, los de triple capa, los sólidos y los barnices de colores. El proceso es similar a una receta de cocina. Hay que combinar los elementos en la medida correcta con el objetivo de crear algo nuevo y armonioso.
Casi siempre se necesitan de 3 a 8 ingredientes para llegar a un buen resultado final. La clave naturalmente es utilizar una dosis balanceada que permita crear un color hermoso pero que finalmente sea asequible para la producción. El costo final de una pintura para un coche es un factor crucial para determinar si es factible producirlo a largo plazo.
Raphael de Renault Design platica que puede pasar hasta un año y medio entre el día en que se crea un color para un coche hasta la primera vez que se aplica en un modelo de producción. En el caso de Fire Orange utilizado en Alpine, por ejemplo, ese proceso tomó 8 años para que el color viera la luz del día.
Raphael, como colorista en la industria automotriz, platica que el mundo del color en los automóviles cada día es más uniforme. Una encuesta realizada por Axalta, un especialista en pintura automotriz reveló que el 81% de los vehículos vendidos son blancos (38%), negros (19%) o grises (15%). Esto se debe a que estos colores son muy fáciles de fabricar.
A pesar de que las paleteas que se ofrecen cada vez son más limitadas, los coloristas tienen esperanzas para seguir proporcionando creatividad en la industria. En el caso de Renault, podemos ver que Dacia preserva unos tonos verdes, con motivos de una paleta inspirada en la naturaleza. Por otro lado, Alpine aprovecha un lenguaje enfocado a los tonos azules. De igual manera, el fabricante tiene como prioridad, buscar colores más ricos y con más profundidad para sus modelos venideros.
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