¿El mejor a gasolina o el eléctrico más emocionante?

En esta década veremos el fenómeno del cambio tecnológico de distintas maneras, sobre todo en el segmento de lujo y exóticos, donde realmente se gestan las primicias de las nuevas tecnologías. No podemos negar que el llevar la era eléctrica a los vehículos tiene beneficios en la construcción y diseño de los mismos.

Es por ello que tendremos autos más aerodinámicos que nunca antes, los habitáculos más espaciosos e innovaciones increíbles, pero la mismo tiempo en esta última década de contar con un gran volumen de autos a gasolina, esta dinámica cambiará.

Veremos las últimas generaciones con motor de combustión

Se presentarán nuevos modelos, los cuales serán la envidia de muchos, además de las últimas generaciones con motor de combustión. Estos nos recordarán que existieron transmisiones manuales, frenos de mano reales, relojes análogos en los tableros, sin tantos modos de manejo; básicamente dispositivos mecánicos para ser manejados.

Ejemplos sobran, pero tome el nuevo Corvette con motor central, sin duda es digno representante de la última era del motor a combustión en deportivos: Purista, con gran aerodinámica desde el diseño y con la emoción de la nota de su poderoso motor. Por cierto, le cuento que probé el convertible y sí añade un gran halo de emoción, con ese “baile” de las tres láminas mientras oculta su techo en la parte trasera. Además de dar la opción de ser convertible, el cliente debe elegir por tener la opción de apreciar el motor en la versión normal o no ver el motor y contar con el mecanismo de apertura y cierre de su toldo. Si me pregunta, el convertible es sin duda uno de los más emocionantes.

La gasolina aún proporciona emoción

Siguiendo con los deportivos de emoción, Porsche 911 está mejor que nunca, continúa con un motor a gasolina sin ayuda eléctrica. Por otro lado, los muscle cars norteamericanos, lo mismo, así como las divisiones M en BMW, AMG en Mercedes-Benz y RS en Audi, es decir, la gasolina aún proporciona emoción. Es importante recordar que todas las armadoras dejarán de invertir en esos desarrollos, así que prepárese para que sean los últimos en contar con motores a combustión. La era eléctrica los dejará más rápidos, conectados, autónomos y con muchas más posibilidades de sorprendernos en diseño.

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Este mes hemos conocido lo increíble, un vehículo que puede modificar su distancia entre ejes. Un modelo que bien puede ser un Roadster o un Gran Turismo, hablo del Skysphere de Audi. Con la modalidad de conducción Sport aparece el volante para el conductor, puede bajar 10 milímetros su carrocería y reduce su longitud en 25 centímetros, para transformarse en un auténtico deportivo. Sin duda, si no fuera un modelo eléctrico, esto sería imposible por los componentes mecánicos necesarios.

Prototipo eléctrico de Lincoln

También nos enteramos que Mercedes-Benz lanzará baterías que otorgan un rango de autonomía de mil kilómetros, algo espectacular y que elimina cualquier miedo ante esta situación. Por ejemplo, Lincoln lanzó también un gran turismo elegante y deportivo, un auto prototipo, seguramente eléctrico, que sin duda hará época en sus conceptos. Hace mucho que no veíamos un prototipo de Lincoln, ya que actualmente los SUV´s encabezan su portafolio. Así que esperaremos al próximo año para apreciar la celebración de sus primeros 100 años de vida.

Estos son tan solo algunos ejemplos de las decisiones que tendrá que tomar usted, en su siguiente compra en el segmento Premium y superiores: Comprarse el último a gasolina, o el totalmente eléctrico. La era donde elevarán su valoración los motores como el Shelby del Mustang, el V6 que trae el nuevo Nissan Z, los seis cilindros en línea de BMW o el HEMI de Dodge, por citar algunos; o elegir las baterías con mayor capacidad de modelos como Porsche Taycan. Aquí es donde empieza a existir de todo un poco, pero si de diversión se trata, le podría aconsejar un manual con tracción trasera, aunque déjeme decirle que un eléctrico de dos motores no tiene igual en aceleración. Aquí es donde tener  el lujo de elegir es un reto que entra por los ojos, el corazón y menos por la lógica.

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