Presentado en 2012 por la división de lujo de Toyota, el Lexus LFA es un súpercoche que tomó más de 10 años en desarrollarse y tiene el récord de ser uno de los vehículos...
Presentado en 2012 por la división de lujo de Toyota, el Lexus LFA es un súpercoche que tomó más de 10 años en desarrollarse y tiene el récord de ser uno de los vehículos japoneses más caros en la historia. Y a pesar de contar solamente con 500 modelos de producción, todavía queda uno que queda por venderse.
El LFA representó un avance en tecnología que sorprendía incluso viniendo de una compañía tan masiva como Toyota. Fue presentado por el propio Akio Toyoda en el North American International Show. Fue el bastión de referencia para demostrar lo que Lexus podía hacer. ¿Entonces por qué se vendieron tan pocos?
Lo que hizo sensacional al Lexus LFA es que fue aproximado por la propia marca como si fuese una obra de arte. Desde el momento en que surgió la idea para producción, Toyota Motor Corporation estaba determinado a la creación de un prototipo que pudiera abrir el mercado a nuevos clientes.
Para garantizar que el coche fuera asociado con lo mejor que Toyota podía ofrecer, el proyecto fue encargado a Lexus, su división de lujo. De ahí, saldrían los primeros dos automóviles concepto por ahí del 2005 llamados LF-A. La “L” representaba a Lexus, la “F” al Fugi Speedway donde sería desarrollado y la “A” de apex, uno de los conceptos familiares para los coches de carreras.
El coche vería un retraso de producción enorme debido a la filosofía de construcción de la marca. Para alcanzar la perfección, la firma japonesa tuvo que hacer muchísimos experimentos de prueba y error.
Entre ellos fue seleccionar aluminio como el material base de la carrocería por 4 años solamente para reemplazarlo eventualmente con fibra de carbono porque era mejor. A la marca no le importó tomarse todo el tiempo del mundo con tal de hacer un coche que fuera totalmente increíble.
Hasta el año 2009, el LFA fue confirmado públicamente y se lanzaría a competir con bestias como Lamborghini Gallardo, Ferrari F430, Porsche 911 en su generación 997 y el Chevrolet Corvette C6 ZR1. ¿Pero a poco tenía las credenciales?
La principal brutalidad del LFA estaba debajo de su capó. Su motor V10 estaba específicamente diseñado para no ser más grande que un motor V8 y al mismo tiempo pesar menos que un V6. Todo en persecución de la mayor ligereza posible, la gran mayoría de la carrocería y paneles son en fibra de vidrio.
Por si fuera poco, para ayudar a que el motor del LFA fuera una obra de arte, la compañía Yamaha famosa por su producción de instrumentos musicales colaboró en su diseño. Colaboró desde el diseño del motor hasta la cabina para asegurar que la nota del motor fuera la mejor hecha en la historia. Y me atrevo a decir que lo es. Si no me creen, escúchenlo por su cuenta.
Al interior, podíamos ver fibra de carbono, piel, alcántara y superficies metálicas. Dos asientos ultra deportivos y la Lexus Remote Touch controller se utilizaba en la consola central. El velocímetro tuvo que crearse de manera digital simplemente porque uno análogo no podía mostrar los cambios lo suficientemente rápidos. Y los cinturones de seguridad contaban con bolsas de aire integradas para la protección ante un choque violento.
Muchos dicen que la cuestión que detuvo al Lexus LFA de consolidarse en la gloria fue su diseño estético. Sin embargo, yo creo que el LFA se ve sensacional. Y si eso no es suficiente, recordemos que muchos carros con apariencia mil veces peor que ésta se han vendido como pan caliente.
Otros dicen que fue la competencia. En concreto vehículos como el Nissan GTR, el Corvette o el Lamborghini Murciélago en ese entonces generaban incluso mejores cifras que el LFA. No obstante, yo puedo asegurar que ninguno tenía una construcción tan precisa como este sensacional vehículo.
Pero siempre hay un factor que se atribuye al paso relativamente callado del LFA en la historia automotriz. El precio original era de 375,000 dólares. El proyecto se extendió tanto tiempo y la investigación así como los rediseños fueron tan caros que Lexus no tuvo opción. Tenía que cobrar esa cantidad para poder recuperar un poco de lo que se había invertido.
Podríamos decir entonces que el Lexus LFA sucumbió ante su propia filosofía. Pero eso no le quitará la huella que dejó este súper coche en la industria automotriz y cómo sirvió de referencia para nuevas tecnologías que al día de hoy vemos en los súper coches. No sé ustedes pero a mí me parece que este coche sólo subirá de valor con el pasar de los años.
Quién sabe. Quizá en 20 años podríamos estar hablando que conseguir uno a 375,000 dólares fue una ganga…
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