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En este final de 2016, la segunda generación del Jeep Compass presenta un rediseño estético que pone en evidencia el buen trabajo realizado para conquistar a los mercados de los crossovers compactos.
Debutó en 2007 con un acercamiento más eficiente y urbano a lo que un cliente de Jeep esperaba de esta insignia, ergo no causó un tremendo impacto en los verdaderos entusiastas de la marca que buscaban que su Jeep subiera y trepara como debería de suceder en uno de estos vehículos off-road.
Así pues, las ventas del vehículo no fueron tan bien como se pensaban y, a pesar de incluir una caja CVT orientada al consumo, no logró posicionarse en el mercado como uno de los más vendidos en el segmento.
En este final de 2016, la segunda generación presenta un rediseño estético que pone en evidencia el buen trabajo realizado para conquistar a los mercados de los crossovers compactos. Por fuera pareceríamos estar viendo al hijo directo de un Grand Cherokee, con una parrilla, rines y faros que nos hacen pensar en el vehículo tope de gama de la marca estadounidense, no obstante goza de rasgos que la hacen ver muy particular, como el corte en las luces traseras.
Con respecto a la mecánica, un motor 2.4 litros Tigershark de cuatro cilindros empujará con 180 hp y 175 libras pie con tres opciones de transmisión: manual de seis cambios, automática del mismo número de relaciones y, para la 4X4 automática de nueve. En el tope de la gama encontramos a la más capaz, la Trailhawk, que cuenta con mayores capacidades off-road como el sistema Rocke Mode, Hill-Descent y el Select-Terrain, haciendo de este un verdadero Jeep. En cuanto al sistema de infoentretenimiento recibe Apple Car Play y Android Auto, y se puede seleccionar una unidad de 7 y 8.4″ de pantalla LCD, no obstante los modelos base tienen pantalla de 5 pulgadas.
