Peugeot CRZ probamos a este felino seductor

En el año 2009 Peugeot presentó el CRZ un auto que de inmediato atrapó la atención de todos, ya que como sabemos la marca francesa tiene la facilidad de cautivar con sus modelos conceptuales, pero el CRZ saldría al mercado. Las comparaciones no se hicieron esperar desde el primer momento y se le denominó como el Audi TT francés.

Con el tiempo las líneas redondeadas y suaves de Peugeot le dieron personalidad propia al CRZ y claro la parte superior con un toldo con doble burbuja que no tardamos en insinuar que era un auto con “un sensual trasero”. Durante el año 2012 recibió una renovación estética, o literalmente una “manita de gato”, que le acercó más a las nuevas líneas de diseño que ofrece la marca actualmente, dotándolo de mayor sobriedad.

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El CRZ que nos tocó en la prueba de manejo tenía un color rojo muy atractivo que contrastaba con la franja negra mate (se puede quitar si no te gusta) que recorría la parte superior, el frente como les comentaba es más sobrio que en el modelo anterior pero le brinda una imagen de mayor tamaño y el juego de las parrillas frontales da ese toque deportivo en conjunto con las luces de LED. La parte trasera apenas cambia con respecto a su antecesor.

Un aspecto estético y funcional que tiene ahora es que el techo abultado es de fibra de carbón flanqueado por arcos en negro mate (o terminado en aluminio pulido dependiendo del color). Al interior Peugeot en sus versiones RC ya nos tiene acostumbrados a vestiduras en piel y alcántara así como asientos de excelente sujeción lateral y con un estilo muy de competencia.

El volante es ancho y permite tener un mejor agarre que se disfruta más con la calidad de los materiales, mientras que todos los elementos se encuentran a la mano con la palanca detrás del volante que permite cambiar música y otros elementos del auto, algo muy de la marca que al principio cuesta acostumbrarse.

El tablero también cuenta con vestiduras en cuero que permiten ver las costuras, algo que si me hubiera gustado es que los elementos del tablero fueran diferentes y exclusivos para este modelo así como poder tener una opción para cambiar el color anaranjado de los indicadores, puede ser un capricho sí, pero si voy a pagar $519.900 pesos, puedo ponerme algo exigente, ¿no?

Entrando en la parte que más nos interesa que es el desempeño existe la luz y la sombra para este atractivo felino, si bien le pusieron fibra de carbón al techo que seguro baja un poco el peso del conjunto, sigue siendo un auto muy pesado (1.780kg) para tener pretensiones deportivas, y por ejemplo bien se podrían ahorrar el peso de los asientos traseros que básicamente sirven para niños ya que un adulto tendría que ir de lado o haciendo sufrir a sus rodillas con el asiento delantero, el RCZ es un vehículo de ego y personal que debería ser biplaza y punto.

El motor que ofrece el RCZ es un 1.6 litros turbo de alta presión que se encuentra también la marca MINI, dicho bloque genera 200hp con un par motor de 189 lb-pie, la tracción es delantera y cuenta con caja manual de 6 marchas, con esta combinación el CRZ se mueve bien y ofrece un consumo de combustible combinado de 14.9 km/lt.

El manejo en ciudad es cómodo aunque si sentiremos las imperfecciones del camino debido a la firme suspensión, la dirección es precisa, la altura si bien es baja es suficiente para pasar la mayoría de topes sin problema, sólo cuidado con aquellos que parecen banquetas. La respuesta del acelerador es suave y en la ciudad “sirve” que tenga un poco de lag (demora entre la aceleración y la entrada del turbo) por lo que la circulación será tranquila y sin sobresaltos.

A la hora de demandar un manejo deportivo es donde sentimos la penalización del peso del conjunto, al presionar el acelerador podemos escuchar un sonido ronco y muy agradable del motor así como una buena aceleración pero que nos deja con ganas de más, la recuperación de marchas es excelente y podemos tener un régimen alto curva tras curva manteniendo así una velocidad crucero constante.

Algo que ayuda mucho a la aceleración del auto es que las tres primeras marchas son realmente cortas lo que también nos permite jugar mucho con los cambios en caminos sinuosos, ya que toco el punto de las curvas la estabilidad del CRZ es sobresaliente y podemos tener un paso por curva rápido y sin movimientos extraños ni tendencia a irse de frente con todo y el peso del motor.

El volante nos brinda una excelente sensación e información sobre el camino en el que circulamos, y cuenta con una firmeza apenas en el límite de la comodidad del día a día y el manejo deportivo, los frenos son potentes y seguros pudiendo detener y controlar a este felino en todo momento, es un hecho que el CRZ cuenta con un ideal de manejo muy europeo que privilegia al conductor sobre la máquina, aquí controlamos al auto y no vamos peleando contra muchos caballos de fuerza.

Manejar el CRZ brinda un status y exalta nuestro ego, un auto con mucho estilo y diseño que atrapa a todos a nuestro alrededor, con la potencia y estabilidad suficientes para disfrutarlo en una pista o circular alegremente por una carretera llena de curvas, pero por ese precio podría tener un mayor desempeño, que lo haga no sólo atractivo sino que sea una verdadera opción de auto deportivo en el mercado.