Esta semana pudimos comprobar la fiabilidad y desempeño de los vehículos eléctricos de Mercedes-Benz, al momento denominados como EQ.
Esta semana pudimos comprobar la fiabilidad y desempeño de los vehículos eléctricos de Mercedes-Benz, al momento denominados como EQ, sin duda nos han dejado asombrados de lo que un eléctrico pude hacer en la pista. En el Autódromo Hermanos Rodríguez, bajo el marco de “AMG Driving Academy”, la empresa decidió impartir los cursos que son certificados por ser de lo mejor que existe en el mundo.
Bajo este marco pudimos conocer lo mejor de dos mundos, por un lado, lo eléctrico y aún la gasolina con Mercedes-Benz. Meter los “EQ” a la pista demuestra la deportividad con que están desarrollados, si bien la marca lleva el lujo grabado en la estrella, los AMG y modelos de alta gama de la casa son eléctricos preparados para ser los más deportivos.
¿Dónde se les nota?, un eléctrico que puede andar en pista cuenta con una tecnología de enfriamiento especial de sus sistemas y batería eléctrica, son autos de un torque envidiable para los de gasolina y cuando esa fuerza significa acelerar en recta como nunca o salir de curva lo más rápido posible. Los de gasolina –aunque rápidos– parecen no competirle al torque eléctrico. La frenada es mucho más fuerte y además regenera energía; hay autos de la marca que en todo el circuito son capaces de recuperar en frenadas el 80% de la energía de una batería como en los híbridos.
Los eléctricos de la marca vienen con un cargador y la instalación en su casa, así que no hay pretexto para no considerarlos y adoptarlos como la nueva era de la movilidad, de hecho, muchos de sus clientes hoy ya están en la tecnología eléctrica.
Cuando vemos lo que un eléctrico puede hacer, desde cambiar el sonido de aceleración entre distintos modos de manejo como el estruendo del “sport” o del “normal” comprendemos cómo es que la casa alemana ha desarrollado el hardware, lo que consideramos el vehículo a tal grado para aguantar tal trabajo al extremo, como el software con todos sus sistemas que ahora cuentan con gran velocidad, conectados a la nube y evolucionando constantemente. Pudimos observar la “Hyperscreen” que es la pantalla a lo largo de todo el tablero, con superficies táctiles desde donde usted puede manejar la mayoría de las funciones, impresionante en los vehículos que ya la traen, es el futuro, pero hoy, o más bien nos delinea el gran futuro que viene.
Ejercicios de aceleración, frenada, línea de competencia, línea de carrera, intercambios de pesos, etcétera se viven dentro de estas experiencias en pista.
Lo mejor, es que nosotros como consumidores, y quienes adquieren los autos de Mercedes-Benz, podrán estar seguros de que la era eléctrica es muy emocionante; que el soporte, servicio y cargadores estarán cerca, y que sin duda ser los primeros en tener esta tecnología significa estar en el cambio que llegará.
La escuela ha dejado claro la capacidad de Mercedes-Benz AMG, lo que han logrado de deportividad en sus vehículos. La alta gama eléctrica va a pasos agigantados, tanto que hay motores que ya serán las últimas ediciones como el V8 biturbo de 4.0 litros del AMG GT 63 S E-Performance F1 Edition, que sin duda es el más potente jamás producido y que también estuvo en exposición durante los días que la armadora mostró a expertos, entusiastas y clientes recientes. Con ello nos habla de que México está en el camino de electrificar el lujo y alta deportividad; atenderá el mercado de gasolina tantos años como la corporación aún los produzca.
Si le gusta el torque, la gran aceleración y la sensación de cuidar el planeta de manera unida a todos los que se han subido a un auto así, está listo para su primer eléctrico, no lo compre sino pone el cargador en casa, pero si lo pone ya podrá comprar cuantos quiera.
Felicidades a Mercedes-Benz, por poner a México en el mapa de los mejores cursos de manejo certificados a nivel internacional, y llevarlo a cabo con estándares mundiales, además de tantos autos eléctricos. Sí, nos gusta la gasolina, pero lo de hoy es la movilidad eléctrica. Cámbiese y hablamos.