Cherokee XJ, segunda generación
La era moderna automotriz se caracteriza por montones de avances en todos sus aspectos. Más tecnología, más capacidades, más aditamentos. Sin embargo, en todo ese progreso se perdió la belleza de la sencillez. Y justamente eso es la Jeep Cherokee XJ. Una carta de amor a la elegancia detrás de la simpleza.
Concebida en el año de 1983; el primer automóvil de la marca con un diseño totalmente nuevo desde Jeep Wagoneer; XJ representa para mí algo mucho más que otra entrega de #ViernesVintage. Mi familia tuvo este coche por años y permanece como uno de mis favoritos.
Mientras que la carta de XJ al mundo fue de la robustez detrás de lo sencillo; les invito a leer mi carta de amor a una de las camionetas que al día de hoy me hacen extrañar un mundo donde todo era más sencillo.
Otro modelo más del fabricante americano que ayudó a concebir el concepto que ahora entendemos como SUV, Jeep Cherokee XJ fue el primer modelo de su tipo en ser presentado en un cuerpo de una única pieza.
Todo esto comienza con una aventura conjunta entre American Motors e ingenieros de Renault. Optando a un diseño muy poco convencional, XJ fue concebido desde un inicio como un vehículo con capacidad 4×4 real pero que su tamaño no lo limitara para ser un vehículo de uso diario.
Esta decisión de utilizar un cuerpo de una sola pieza no sólo le permitió aumentar sus capacidades todoterreno sino que afectó de manera positiva a la aceleración y velocidad máxima. La camioneta era muy liviana a pesar de ser un vehículo con capacidades utilitarias.
Por supuesto, su característica estética rectangular, cuadrada y sencilla, lo llevó a ser reconocido como uno de los vehículos más bonitos de la historia. Y debo decir que estoy totalmente de acuerdo.
Hay algo detrás de la rudimentaria simetría que solo líneas rectas en una caja te pueden dar. Este simple diseño ya no lo puedes encontrar en ningún lado. Además, disponible desde un inicio en tres o cinco puertas; Cherokee XJ podía cargar ya sea a un solo pasajero o a una familia entera sin ser mucho más grande que un sedán de dimensiones típicas.
Recordarán que hablé de la sencillez rebosante de este vehículo. No solamente se notaba desde que lo veías en la calle sino que existía en los interiores y por supuesto a nivel mecánico.
Inicialmente ofertado con 5 posibles motorizaciones: 2 en diesel de 2.1 litros y 2.5 litros; y tres de gasolina de 2.5, 2.8 y 4.0 litros; el motor de la Cherokee XJ fue idolatrado por los entusiastas del mundo automotriz por ser extremadamente durable y aguantador. Podías meterla a lo que fuera por el tiempo que quisieras y tener la certeza que podrías hacerlo mañana.
El chasis del vehículo contaba con muy pocas partes. Una persona con mínimo conocimiento pero con las herramientas adecuadas era capaz de desmantelar el vehículo sin menor problema para reemplazar y reparar cualquier aditamento.
Un interior muy estoico
Al interior de Jeep Cherokee XJ tenías una consola con un radio de disco o cassettes, vidrios eléctricos, asientos de tela y listo. Muy poco más. Eso significaba por supuesto que mucho menos cosas podían salir mal. Buena suerte poniendo la estación de radio que quieres en tu pantalla con 765 menús diferentes.
Incluso podríamos decir que la idea original de Jeep era un vehículo de tres puertas gracias al amplio espacio para el conductor. Esto se evidencia en la versión de cinco puertas. Aunque se sacrificó espacio de las puertas delanteras para entrar a la fila trasera, aún así el espacio era muy limitado.
Sin siquiera mencionar que los asientos traseros no tenían respaldos para la cabeza. Pero a mí no me importaba. De alguna manera, el viaje en el asiento trasero era bastante cómodo.
Esa resiliencia y durabilidad tan histórica de Jeep solamente se sustentó con esta camioneta. Tanto así que comenzó a agarrar popularidad dentro de los sectores de gobierno y la policía en los Estados Unidos. Tanto así que por un tiempo fue el vehículo oficial para el Correo norteamericano. Esa carta llegaba sí o sí, si venía en una Jeep.
1997, 13 años después de salir al mercado, Jeep Cherokee XJ recibió su primer y único rediseño en su historia. Quizá la cara más reconocible de la XJ (y la que mi papá tuvo) apenas y cambiaron cosas para la camioneta.
Mucho más sencillo en todos sus ángulos y con una forma ligeramente más aerodinámica, regresó la oferta de tres o cinco puertas junto con la tracción de cuatro ruedas. En esencia, mismo vehículo pero con detalles ajustados.
El interior también fue actualizado pero siempre manteniendo su orientación a la simpleza ante todo. Una de las más notables adiciones fueron dos bolsas de aire tanto para conductor como pasajero.
Además, sellos en las puertas serían introducidos para reducir el sonido del viento. Detalle que todos apreciamos considerando que el sonido del motor en la cabina se filtraba bastante.
Para el cliente que adquiría la versión la versión de 4 litros, también recibiría una revisada en su motor para más eficiencia y sobre todo cuidar las emisiones de carbono. Todo esto considerando que para su año final en 2001, solamente la versión con el V6 sería ofertada.
Por supuesto, esto significó en un aumento de poder muy leve al motor. Asimismo, la transmisión, los ejes y la caja de transferencia fueron directamente tomados del modelo anterior.
A final de cuentas, Jeep Cherokee XJ fue un vehículo que se rehusó a cambiar porque simplemente no había necesidad de hacerlo. Se respetó una máxima que al día de hoy quisiera que se tomara más en cuenta no sólo en el mundo automotriz sino en absolutamente todo: si no está roto, no lo arregles.
En mayo de 2001 llegó el final de la producción de Jeep Cherokee XJ eventualmente reemplazada por la Jeep Liberty quien vendría con un diseño y capacidades totalmente distintas.
Popular hasta en el Viejo Continente, es un objeto de deseo para los entusiastas del off road al punto donde se podría subastar a un excelente precio algún ejemplar en buen estado, independientemente de su año.
Yo viví gran parte de mi infancia en el asiento trasero de esta camioneta. Mi papá la usó todos los días en su trabajo acumulando 467 mil kilómetros totales habiéndola recibido con tan solo 90 mil.
Pasó por lodazales, ciudades, baches, carreteras, subidas, bajadas; cualquier terreno le daba lo mismo. Al día siguiente estaba lista para eso y más. Nunca le sonó nada y el mayor de los problemas que tuvo fue que la puerta izquierda de la fila trasera dejó de abrirse.
El ejemplo perfecto de robustez, resistencia y simpleza. Mi papá y yo todavía suspiramos al ver una de esas en la calle. No puedo negar que tengo la fantasía de algún día toparnos con la que alguna vez fue nuestra y preguntarme otra vez por qué demonios la vendimos. Definitivamente, ya no las hacen así.
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