Fotografía de IFCAR, desde Wikipedia Commons
Recuerdo cuando este vehículo salió al mercado con esa apariencia francamente adorable, esos faros redondos y una pequeña sonrisa debajo del cofre. No habría imaginado nunca que Dodge Neon tenía algo más allá de lo que el ojo podía ver.
Introducido por Chrysler Corporation y ofertado debajo de las divisiones Chrysler, Dodge y Plymouth; el Neon parecía ser otro vehículo compacto barato más a una lista ya interminable. ¿Listos para que les calle la boca?
Dodge Neon nació a la mitad de la década de los 90, época donde existía un clarísimo líder para el segmento de vehículos baratos pero confiables. Como explicamos en nuestra entrega pasada de #ViernesVintage con el Datsun Bluebird 410; si hay un campeón claro para este sector es sin duda el mercado japonés.
Este patrón más que claro era un área de oportunidad para el mercado norteamericano pero al que pocos se enfrentaban a competir. Y el que levantó la mano fue Chrysler Corporation. Durante su presentación en el año 1995, se introdujo con las palabras del entonces presidente de Chrysler Corporation Bob Lutz.
“Tenemos un dicho en Detroit: bueno, rápido o caro. Escoge solamente dos. Nosotros rechazamos esa idea”.
Fue así que Dodge Neon salió a la venta como un automóvil con pretensiones inusuales para su segmento. Opciones para carrocería coupé de dos puertas o una sedán de 4 puertas, el Neon quiso competir en el segmento de los compactos de una forma muy particular: poder.
Mientas que los vehículos de la competencia, destacando rivales como Honda Civic, Nissan Sentra, Ford Escort y Toyota Corolla llegaban en su modelo base a un máximo de 127 HP, el Neon ofertaba 131 HP de potencia en su entrada y de ahí solamente para arriba. El coche que la prensa japonesa había apodado “el asesino del vehículo japonés” había llegado.
El equipamiento de Dodge Neon era bastante inusual por no decir menos. Por ejemplo, las versiones más equipadas contaban con vidrios eléctricos pero solamente para los asientos delanteros. Al mismo tiempo, en la parte de atrás no contaba ni con portavasos ni descansabrazos.
Sin embargo, el fabricante ideó una serie de opciones para adaptarse a tus necesidades. Los niveles dentro de la gama variaban dependiendo la región y quién comercializaba el vehículo.
En resumen, había acceso a la versión base, la Highline y la Sport con un poco más de potencia. Entre ellas, existían muchas subcategorías con cambios ya más específicos a las prioridades de cada cliente.
Aunque en Japón, Australia y Canadá Dodge Neon no duró más allá del 2002, el resto del mundo adoptó este vehículo con brazos abiertos. México fue uno de ellos, donde a partir del éxito en su lanzamiento se trasladó la producción del vehículo a la planta de Toluca en el Estado de México.
Una particularidad del vehículo mexiquense era que Neon se fabricaba en un color gris, uno muy inusual para los mercados europeos. De hecho, hubo casos donde se importaba el modelo de México hacia Europa para tener ese color en la carrocería.
Esta segunda generación es quizá la más reconocida para nuestra audiencia más joven debido a que inició su producción en el año 2000. Esta vez, solamente estaría disponible como sedán de 4 puertas pero la esencia estética permanecería muy similar.
La potencia se mantuvo con el motor base de 131 HP pero los cambios vendrían en los detalles. En total, la marca reportó hasta 1,000 refinamientos en total del exterior e interior del vehículo, teniendo en cuenta la preferencia del cliente.
Por ejemplo, originalmente este modelo introduciría una caja manual de 5 velocidades de la versión deportiva del modelo anterior como base. Sin embargo, al notar la afectación en los bolsillos del cliente y el ruido del motor, se regresó a una opción más conservadora.
Pero un momento. ¿Acaso no era el punto del Neon contar con un vehículo poderoso a un bajo precio? ¿Qué hay de los jóvenes entusiastas con ganas de un poquito de emoción? No se preocupen. Chrysler tendría la respuesta.
Dodge Neon resaltó de su competencia con dos ediciones especiales que hicieron de este compacto una amenaza en la calle. Enfocadas para un cliente con 20,000 dólares y deseoso de potencia, Chrysler Corporation ideó 2 alternativas con la palabra “potencia” en mente.
La primera se denominaba ACR, cuyas siglas significaban American Club Racing. Aunque se mantenía la tracción delantera como en el modelo original, la versión ACR contaba con suspensión más rígida, frenos de disco a las cuatro ruedas, y por supuesto, mayor velocidad.
Los modelos iniciales de la primera generación estaban limitados a 210 kilómetros por hora. Sin embargo, con la idea de reducir aún más el peso, se decidió eliminarlo así como su sistema ABS. Si querías manejar al límite este vehículo, realmente tenías que saberle a tu negocio.
El más alto ejemplar de esta versión salió en 2005, llamado Dodge Neon SR/T-4 ACR. Fue la epítome de este vehículo al contar con un reproductor que almacenaba hasta 6 discos compactos, una bocina en la cajuela, asientos deportivos con sujeción lateral.
¿Y su potencia? Una motor que erogaba 215 HP. Léanlo otra vez. ¡215 caballos en un vehículo que pesaba 1,315 kilogramos! Si llegabas a ver uno de estos rarísimos modelos en la calle bastaba con localizar el enorme alerón en la parte trasera.
¿Pero qué tal si querías una especie de punto medio? ¿Qué tal una buena potencia pero sin sacrificar la comodidad y experiencia de manejo? Chrysler también tenía la respuesta debajo de las siglas R/T.
El modelo R/T (Road/Track) se ofertó a partir de 1998. También ofrecida con la configuración manual de 5 velocidades y con muchas de las mejoras mecánicas de la versión ACR, esta variante de Neon privilegiaba un poco más el confort y la experiencia de manejo.
Dodge Neon vivió la época del renombramiento de Chrysler Corporation a DaimlerChrysler y con ello marcó una época hasta el 23 de septiembre de 2005 donde el vehículo dejaría de producirse mundialmente para ser reemplazado por Dodge Caliber.
No obstante, en nuestro país, el legado de Neon sobrevivió. Tanto así que el fabricante optó por revivir el vehículo para una tercera generación en 2016 y que a la fecha continúa en venta.
Carismático pero potente. Chiquito pero picoso. David en un mundo de Goliat. Dodge Neon permanece como uno de los compactos con tremendo cartel. Si fácilmente los subestimabas, fácilmente te iba a sorprender.
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