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TEST DRIVE
WWW.AUTOSRPM.COM SEPTIEMBRE 2020
Para todo lo deportivo importante son las cifra, en este vehículo no han dejado ninguna de lado, como dicen: “lo que no se mide no se mejora”
Si Carol Shelby vio cómo mejorar el Mustang como nunca el mismo fabricante pudo hacerlo, hoy ya unidos me parece que ni en sueños se hubieran
imaginado las cifras de este Mustang Shelby GT 500 que hoy está saliendo de la línea de ensamble. Se une a la le- yenda del único muscle car que no ha dejado de produ- cirse desde su aparición con su emblemático Mustang 1964 1⁄2, este ejemplar que sólo de oír sus cifras deja frío a muchos, ahora imagínese manejarlo.
Entrando en el número y comparándolo, mire: empe- zando por lo importante en este tipo de autos son 760 caballos, lo que le hace el más potente en la historia del coche saliendo de la línea de ensamble original, a esto se une un masivo torque de 625 libras-pie, con lo que logra 1/100 kilómetros por hora en 3.5 segundos, cifras que pocos autos pueden lograr en la actualidad; en muscle cars el Challenger Red Eye se le ha puesto al tú por tú en algunas cifras, sin embargo en esta categoría, no sólo es el auto sino el piloto y fanático de uno u otro que nunca decidirá por el rival. Así, los fans de Mustang podrán estar tranquilos que esta edición Shelby hoy en día les deja más que satisfechos.
Domando la serpiente
El auto es de impresionante personalidad, no oculta sus pretensiones tan sólo de verlo. Al sentarse dentro, parece otra versión de Mustang pero en realidad no es así, es el poder puro de la marca. Basta con presionar el botón de encendido del motor para escuchar su necesidad de aventuras en la pista. Hay que recordar que usted puede elegir entre modos de manejo que incluyen para terre- nos resbaladizos, manejo normal, pista y hasta arrancada en cuarto de milla, a esto se le une la opción de controlar reducción de ruido o modo pista. El selector de velocida- des que es mono mando de giro izquierda-derecha, no de palanca tradicional en drive nos ayuda a engranar con la caja de siete cambios de doble embrague con modo manual y paletas en el volante para su mayor deleite.
Ahora imagine, modo de arrancón estilo cuarto de milla, el escape en lo más alto de nota acústica; pre- sione el freno y eleve las revoluciones de motor a tope, suelte el acelerador y el torque lo lleva hacia delante haciéndose chiquito el horizonte, los oídos tanto de usted como los presentes en un rango de kilómetros escuchan lo más parecido a un jet, pero sobre tierra. Es impresionante, pues además recuerde que trae la suspensión Magneride. La trasera es independiente, y unos gigantes discos de frenos con seis pistones delanteros y cuatro en las ruedas traseras, lo que hace realidad al conductor, así como aceleró como si no biar velocidad con las paletas en el volante y controlar la salida a la siguiente curva. Así en la pista domarla resulta en un diálogo constante entre usted y el She- lby, llegando a límites cada vez más lejanos.
SHELBY
POR
GUILLERMO LIRA
Conclusión
Le podría decir que tiene tablero digital, 12 bocinas o peda- les de aluminio, pero cuando se suba se va a encontrar más de lo que espera de un auto deportivo, lo importante estará en su sentimiento de manejo único. Sin duda, entra a la categoría de: pieza de museo. Pocos en México, cuando vea uno en la calle, en realidad será oportunidad única. Nos bajamos luego de 15 minutos en la pista con una gran a escribir con asfalto y caucho en el olfato. Para quien tiene la inversión, el dilema será en que color ordenarlo y combi- narlo con franjas que pueden ser blancas, grises o negras.