Con el liderazgo del CEO de la Alianza Renault-Nissan, Carlos Ghosn, el proyecto fue elegido como una de las seis nuevas innovaciones para desarrollo en el futuro.
Como parte del programa «Nouvelle France industrielle» (Nueva Francia industrial) del gobierno francés, que busca posicionar a Francia como un líderes industrial en la era digital, el proyecto está sujeto a un plan de acción preciso basado en fechas y plazos clave.
El objetivo final es lograr que los vehículos autónomos se encuentren a disposición del público para el 2020.
Una vez que la tecnología se haya perfeccionado, los vehículos autónomos serán capaces de percibir su entorno, navegar y conducir por sí mismos – y los potenciales beneficios son muchos.
Con un 90 por ciento de los accidentes automovilísticos siendo causados por errores humanos, estos vehículos tendrán un significativo impacto en la seguridad de las calles.
El gobierno francés también confía en que los vehículos ayudarán a mejorar la calidad de vida de los conductores, liberando su tiempo para llevar a cabo otras tareas durante sus viajes.
Otros beneficios incluirían la posibilidad de mejorar el transporte público y hacer que manejar sea más accesible para las personas mayores o con discapacidad.
Las pruebas comenzarán en el 2015, pero considerable trabajo de investigación y desarrollo debe ser completado antes de que el proyecto reciba la aprobación final.
El programa incluirá una serie de controles de seguridad rigurosos y un estudio sobre el impacto socio-económico de la tecnología. Si todo sale de acuerdo al plan, las calles francesas abrirán sus puertas para los vehículos autónomos dentro de los próximos seis años.
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