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Los motores a diésel están cambiando la manera de ver a este tipo de combustible, siendo más accesible y confiable
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os motores a diésel están cambiando la manera de ver a este tipo de combustible, siendo más accesible, confiable, y dando unas prestaciones bastante atractivas. La movilidad está cambiando y las armadoras que mejor se adapten al requerimiento del mercado, que quiere todo, serán las que más se beneficien de esta participación.
Es por ello que estamos admirando bloques de poca cilindrada y desplazamiento llevados al límite gracias a los turbos, pero también de sistemas híbridos e incluso totalmente eléctricos, todo ello dependerá de la capacidad de su bolsillo pues, todavía, los motores «verdes» resultan un gasto considerable de principio y de mantenimiento.
Miremos entonces la ficha técnica del «corazón» del Cruze: 1.956 cc, bloque fabricado en aluminio y acero, 151 caballos de potencia a las 4000 vueltas y 264 libras pie de torque (uff, sí empuja), compresión de 16.5:1, fabricación alemana en la planta de Kaiserlautern. Todo ello acoplado a las prestaciones del Cruze, pero puede ser aplicado al Opel Astra, Cascada, Insignia y Zafira.
Todo este paquete está disponible solo si está usted dispuesto a aceptar las pequeñas vibraciones de un motor a diésel y, obviamente de buscar la gasolinera que cuente con éste derivado del petróleo, que compensa este andar con unas prestaciones extraordinarias, bajando el costo de mantenimiento, entregando potencia necesaria e incluso más, pero también cuidado del medio ambiente, pues su control de emisiones y recirculación de gases del escape es increíble. Made in Germany, con espíritu estadounidense, hay que adaptarse a las necesidades del mercado.
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