El AMG 6.0 está designado como M279 y se encuentra basado en el M275
No cabe duda que cuando nos referimos a motores de enormes prestaciones debemos mencionar a las grandes armadoras, las legítimas en estos apartados, y para ello, AMG, que fuera «extra-oficialmente» la preparadora de vehículos deportivos para Mercedes-Benz, y que finalmente formara parte de la compañía, se pinta sola…
El AMG 6.0 está designado como M279 y se encuentra basado en el M275, un bloque que incorpora nuevos sistemas de escape para apoyar a los turbocompresores, al tiempo que la espiral se aumenta gracias a una sección transversal. Asimismo, los nuevos colectores y los conductos wastegate optimizados aumentan la potencia del motor en 18 caballos, de los de por sí fieros originales.
El encendido del enorme corazón se lleva gracias a un sistema de ignición multi-spark con doce parejas de bobinas, lo que se traduce en un funcionamiento más suave, pero también permite una combustión aún más eficaz en combinación con un nuevo sistema de gestión del motor con un mayor rendimiento y cabezas de cilindro optimizadas.
Igualmente, la reducción resultante en las emisiones de escape también se debe en gran medida al sistema de convertidor catalítico optimizado. El sistema de escape deportivo AMG de nuevo desarrollo, que tiene una disposición de tubo con características de flujo mejoradas, es hasta 3,2 kilogramos más ligero, lo que da como resultado una reducción en el espesor de la pared del bloque.
Asimismo, su compresión optimizada puede desencadenar una potencia fiera totalmente controlada, mientras que la fibra de carbón y el aluminio se presentan en el mismo corazón, reduciendo libras que a la hora de competencia se agradecen mucho.
Números:
Compresión: 9.0:1
Entrega de potencia: 630 caballos en el rango de las 4800-5400 rpm
Torque: 1000 Nm entregadas a las 2300-4300 vueltas
Consumo: 11.6 l/100 km
Emisiones: 270 g/km