Inspirada en el diseño aeronáutico, la mente creativa de Bruno se puso a trabajar con el comisionado por Harley Davidson
Llegó el día, fecha, hora, minuto y segundo de hablar de instrumentos relojeros, esos que inspiraron al motor de combustión interna con su especial rotor, y para ello debemos mencionar que la conexión no está peleada con nada, es decir, uno puede hacer uso de cualquier artilugio para potenciar la comunicación de su marca, generar nuevos diseños, inspirarse y generar otro tipo de artículos para, en este caso, construir un reloj completamente diferente a lo imaginado.
Esto sucede de vez en cuando y rara vez funciona a la perfección, pero en el caso de Bell & Ross debemos apuntar que su flamante conexión con los “motores terrestres” aterrizó de manera perfecta, es decir ¡felicidades! El B-Rocket no solamente funcionó en su conferencia de presentación y en los periódicos de Baselworld, sino que sentó las bases para la construcción de una familia relojera que exhiba la pasión por la velocidad que Bruno Belamich y Carlos Rosillo no pueden ocultar; que si bien han traducido a los aires por medio de turbinas, ahora nos invitan a reflexionar y nos plantean la idea de la velocidad en el desierto de la sal en Utah, propulsada por un cohete estadounidense que lleva por nombre: B-Rocket y por apellido Harley Davidson, pero que incorpora un corazón Bell & Ross.
Inspirada en el diseño aeronáutico, la mente creativa de Bruno se puso a trabajar con el comisionado por Harley Davidson para la construcción de una motocicleta concepto que entregara un poderoso look y evocara la modernidad de los instrumentos diseñados en esa época. La misión era fácil de imaginar, pero difícil de conquistar. La pasión por el diseño en Bell & Ross ha quedado nuevamente comprobada gracias al trabajo y talento de Belamich en colaboración con Shaw Harley Davidson Speed & Custom.
El resultado lleva por nombre B – Rocket, y es una motocicleta conceptual que entrega una apariencia neo-retro gracias a sus principios de diseño aeronáuticos inspirados en la aviación experimental de los años 60, cuenta con una nariz cónica tipo jet y una cabina con aletas y turbinas de propulsión, cumpliendo su objetivo de llevar modernidad al pasado y pasado al futuro, es decir, jugar y manipular el concepto del tiempo.
Adicionalmente, debemos señalar que si usted, estimado lector, no puede hacerse de un B – Rocket, no se desespere ni se ponga triste, por el contrario, hablamos de Bell & Ross, constructor de instrumentos que miden el tiempo y un poco más, es por ello que un par de ediciones estarán disponibles durante el año en los diferentes puntos de venta. El BR01 B-Rocket es considerado uno de los instrumentos de precisión más hermosos y funcionales. Sus 46 mm de diámetro albergan un movimiento de cronógrafo automático con totalizadores de 30 minutos y 12 horas, mientras que el segundero pequeño forma parte también de la administración de la carátula a las 3 horas. El segundo guardatiempo exhibe un par de complicaciones: reserva de marcha a las 6 h y gran fechador en punto de las doce, siendo un horas, minutos y segundos de fácil y atractiva lectura al interior de una caja de acero de 42 milímetros. Ambos relojes de presentan en estética de acero y vivos en rojo y blanco, mientras que la correa de cuero ha sido tratada con un tipo de hechura que evoca velocidad y altas prestaciones gracias a su tonalidad negra con acentos #RacingRed #RedMachine.. ¡¡¡#JuevesDeRelojRacing!!!