Un nuevo movimiento para la Swiss Avant-Garde que, ya había probado con el 1887 que era capaz de adaptarse a la era de independencia vertical
Llegamos a una de nuestras secciones, notas, más solicitadas: #RelojRacing, un universo que nos invita a acelerar gracias a la conexión entre el motor, la innovación, el arte de medir el tiempo y llegar primero, es decir: relojes = automóviles, ya sea súper deportivos o clásicos, cada uno de estos instrumentos nos regala sonrisas y revela nuestros deseos de portar un: TAG Heuer, Rolex, Chopard, Tissot, etc…
Un nuevo movimiento para la Swiss Avant-Garde que, ya había probado con el 1887 que era capaz de adaptarse a la era de independencia vertical que se vive en los últimos años, pero cuando nos referimos a la casa con sede en La Chaux –de– Fonds debemos ir más lejos, no basta con hacer estrictamente lo necesario, sino realizar aquello para lo que TAG Heuer nació en 1860, para liderar.
El CH 80 es no menos que un calibre semi-modular, lo que se refiere a que puede ser ajustado y reajustado en diferentes configuraciones con diferentes complicaciones. Imagínese pues un cronógrafo con calendario doble o con segundo huso horario, seguramente será posible, más aún cuando la reserva de marcha llega hasta las 80 horas de autonomía, es decir que posee una suficiencia de energía superior a un fin de semana completo.
1969 – CH 80
¿Recuerda que mencionamos este motor hace algunos meses? resulta que el CH 80 porta este nombre en relación a su producción completamente suiza en Chevenez y a su reserva de marcha, mientras que la frecuencia se sitúa en los 4 Hz, es decir 28,800 a/h, con una precisión que llega al -4/+6 segundos diarios de variación gracias a un órgano regulador que posee un volante de cuatro radios desarrollado en Atokalpa. El nuevo movimiento exhibe los contadores a las 3, 6 y 9 horas, al tiempo que sitúa al fechador en posición de las 4:30, mientras que el calibre se enceuntra decorado con Côtes de Genève sobre el rotor fabricado en tungsteno ennegrecido, mientras que los ángulos reciben un tratamiento biselado-pulido, es decir que son acabados de acuerdo a los códigos de la alta relojería.
Ahora bien, aunque hablamos del calibre com principal actor, las nuevas configuraciones del cronógrafo CARRERA son sencillamente espectaculares. Su caja de acero pulido enmarca una carátula limpia con totalizadores en color negro y agujas con vivos en rojo a juego con la trotadora y el motivo de la corona, mientras que una correa de becerro ha sido tratada para exhibir una tonalidad discreta sumamente racing, así es Baselworld y así es TAG Heuer.