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El Grupo Renault, el líder europeo en vehículos eléctricos, está comenzando los primeros esquemas piloto a gran escala en la carga de corriente alterna, vehículo a red en automóviles eléctricos.
El Grupo Renault, que es líder europeo en vehículos eléctricos, está comenzando los primeros esquemas piloto a gran escala en carga eléctrica reversible. La tecnología de corriente alterna tiene la particularidad de colocar el cargador reversible dentro de los vehículos, por lo que solo requiere una adaptación simple y económica de los terminales de carga existentes.
Una flota de quince vehículos Zoe con carga del vehículo a la red se introducirá en Europa a lo largo de 2019 para desarrollar diferentes ofertas futuras en carga reversible y sentar las bases para los estándares futuros, con la ayuda de sus socios. Estos planes piloto iniciaron esta misma semana en Utrecht (Países Bajos) en un ecosistema desarrollado por «We Drive Solar» y en la isla de Porto Santo (en el archipiélago de Madeira, Portugal) con la Empresa de Electricidad de Madeira, un proveedor de energía. A continuación, se introducirán más planes piloto en Francia, Alemania, Suiza, Suecia y Dinamarca.
Las ventajas de carga de un vehículo a la red.
La carga del vehículo a la red, también llamada carga reversible, modula la carga y descarga de las baterías de los vehículos eléctricos de acuerdo con las necesidades de los usuarios y el suministro de electricidad disponible de la red. La carga alcanza su nivel máximo cuando el suministro de electricidad supera la demanda, especialmente durante los picos en la producción de energía renovable. Pero los vehículos también son capaces de inyectar electricidad en la red durante los picos de consumo. Por lo tanto, los vehículos eléctricos pueden servir a unidades de almacenamiento temporal de energía y convertirse en conductores clave en el desarrollo de energías renovables. De esta manera, la red eléctrica optimiza el suministro de energía renovable local y reduce los costos de infraestructura. Al mismo tiempo, los clientes disfrutan de un consumo de electricidad más ecológico y económico y son recompensados financieramente por servir a la red eléctrica.
