El BMW i8 permite experimentar una forma revolucionaria de conducir, aunque manteniéndose fiel al típico placer que significa estar al volante de un BMW.
La marca BMW i representa conceptos automovilísticos proyectados hacia el futuro y, además, es la nueva interpretación de calidad selecta, que se expresa a través de la sostenibilidad. Después del estreno mundial del modelo BMW i3, fabricado en serie, BMW Group ahora amplía esta respuesta revolucionaria al reto que deberá enfrentar la movilidad individual en el futuro, agregando un vehículo correspondiente al segmento de los deportivos.
El BMW i8 permite experimentar una forma revolucionaria de conducir, aunque manteniéndose fiel al típico placer que significa estar al volante de un BMW. Su diseño despierta emociones y su comportamiento dinámico se caracteriza por prestaciones propias de un deportivo, emparejadas con valores de consumo y emisiones dignas de un vehículo pequeño.
La carrocería especialmente ligera y aerodinámica, la moderna tecnología BMW eDrive del conjunto propulsor, la inclusión de un motor de gasolina de 1,500 cc con tecnología BMW TwinPower Turbo y el sistema de gestión inteligente de la energía se combinan para formar un conjunto que representa una solución que marca un nuevo nivel, alcanzado a través de la aplicación de la estrategia de desarrollo EfficientDynamics. Este planteamiento de carácter revolucionario desemboca en una relación ejemplar entre prestaciones y consumo.
El BMW i8 fue concebido desde un principio como vehículo deportivo híbrido conectable, ágil y de altas prestaciones y, al mismo tiempo, extraordinariamente eficiente. Su arquitectura LifeDrive, específica de BMW i, ofrece las condiciones ideales para un vehículo de peso optimizado. El motor de combustión, el motor eléctrico, el acumulador de energía, la electrónica funcional, todos los componentes del chasis, así como los elementos de soporte estructural y de absorción de impactos están montados en el módulo Drive de aluminio. El elemento principal del módulo Life del auto de 2+2 asientos está constituido por la jaula del habitáculo de polímero reforzado con fibra de carbono (PRFC). Gracias a esta configuración, el vehículo tiene un centro de gravedad extremadamente bajo y, además, el peso se reparte entre los dos ejes casi exactamente en la relación de 50:50. Esta distribución equilibrada del peso, sumada al bajo centro de gravedad, tienen como consecuencia que el BMW i8 sea un vehículo sumamente ágil.