No importa si la persona o el sitio en donde estás cerrando el trato de la compra de un auto usado sea de confianza. Es importante que tomes esto en cuenta.
Comprar un auto usado, seminuevo o de segunda mano siempre es una buena idea, sobretodo cuando no se tiene tanto presupuesto para comprar uno nuevo y necesitas cómo moverte por la ciudad. Además, siempre puedes encontrarte buenas oportunidades y hay muchas variedad de vehículos y modelos.
No importa la razón por la cuál vayas a comprar uno, pero en este tipo de procesos de venta siempre es bueno ir preparado con varias cosas. Sobretodo, debes tener una cuidadosa investigación y mucha habilidad de observación. Sí, parece esto como un capítulo más de Sherlock Holmes, pero una de las cosas que debes saber de antemano, es que, comprar un auto de segunda mano es una ventaja y un riesgo a la vez.
Toma nota de estos consejos que te ayudarán a prepararte y hacer una muy buena compra de tu próximo vehículo:
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Aquí empieza la parte de investigación, acerca de modelos que sean estables y confiables. Revisa portales especializados de autos, que hacen comparativas para encontrar virtudes y defectos que pueda tener el auto que deseas comprar. Y también es buen momento para que investigues el valor de reventa, para estar listo en caso de que tengas que negociar cantidades con el vendedor.
Si te es posible, es bueno que te acompañe un mecánico a realizar la inspección del auto que vas a comprar. Hazla a plena luz del día para que no haya ninguna falla. Ellos saben los detalles que posiblemente a simple vista no está, con esto podrás saber la verdadera condición del vehículo.
Revisa si tiene abolladuras, algún rastro de óxido, arañazos y la condición de la pintura de la carrocería. También, en los vidrios puedes ver si hay algún tipo de deterioro, que realmente no son motivo de preocupación importante, pero estos detalles pueden ayudarte a negociar el precio del auto. ¡Ojo! si tiene grietas el parabrisas, este sí es un problema importante a mediano plazo.
Son las partes que también pueden tener un mayor deterioro, por eso debes asegurarte que el auto esté en una superficie nivelada para hacer presión en las esquinas del vehículo para saber si la suspensión reacciona correctamente. Tip: el coche debe hacer un solo rebote, si sigue moviéndose de arriba hacia abajo, entonces el auto tiene problemas de suspensión. Con respecto a los neumáticos, revisa diseño y si tienen algún tipo de grieta.
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Empezando con el olor tan pronto como abras las puertas, eso te indicará si hay humedad y te dará indicios del uso y cuidado que le ha dado su dueño a la cabina. Posteriormente, revisa si la tapicería del auto está desgastada y/o sucia y que los cinturones de seguridad ajusten perfecto. Puedes subirte y revisar si el techo presenta señales de humedad, o si tiene quemacocos, verifica si abre y cierra correctamente.
Al sentarte podrás notar si los pedales estás desgastados o no, y al encender el coche, se activarán los controles de instrumentación para saber de primera instancia si todo está en orden. Prueba todas las palancas, botones e interruptores, luces, e inclusive el aire acondicionado. Parte de la revisión interna, es que enciendas es sistema de sonido y escuches y todo lo que el vehículo y dueño promete de infoentretenimiento es correcto.
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Ya que hayas hecho una investigación exhaustiva de cada aspecto del auto, pídele al comprador una prueba de manejo (que vaya él contigo). Para probar cómo es que reacciona el vehículo en carretera, si tiene o no ruidos extraños, probar los frenos, conocer todas las asistencias y tecnología que trae.
El motor es el corazón de un vehículo, por lo que siempre debe de estar en buenas condiciones. Por eso debes verificar los líquidos del motor, como el aceite, que debe ser marrón o negro sin residuos y no color miel o una tonalidad rosada. También, toma tiempo para observar que el radiador no esté oxidado.
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Si ya quieres comprarlo porque todo ya está en orden, es importante que todo sea legal. Que los papeles que te entregue sean originales y todo el trámite sea transparente. Si necesitas asistencia legal, pídela.