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Todos hemos tenido experiencias encontradas con los valet parking. Si bien, por un lado, hay personas muy amables y eficientes, hay otras descuidadas y reactivas. Sin embargo, no nos espantemos: eso pasa en todos...
Todos hemos tenido experiencias encontradas con los valet parking. Si bien, por un lado, hay personas muy amables y eficientes, hay otras descuidadas y reactivas. Sin embargo, no nos espantemos: eso pasa en todos lados.
A pesar de ello, no está de más comprender un poco más de cerca su mundo. Por esta razón, nos dimos a la tarea de investigar todo acerca de ellos: lo bueno, lo malo, lo divertido y los sinsabores.
Una de las dificultades a las que se encuentran las personas de este oficio es la paga. A menudo reconocen que irónicamente las personas más dineradas son quienes peores propinas les dan, incluso cuando el servicio del valet parking se realiza en clubes de golf o lugares de alto nivel.
Sin embargo, es honesto reconocer que todo se compensa cuando llega la oportunidad de conducir un auto deportivo o de lujo. ¡Nada más importa! Por su parte, las personas de clase media son las más generosas, especialmente en eventos especiales como bodas.
Para ejercer esta labor se requiere de vocación de servicio y mucha paciencia. Aunque no lo creas, uno de los mayores retos implica trabajar con el mismo personal del valet parking.
¿La razón? No todos están interesados en hacer su trabajo de la mejor manera, complicando las cosas para todos. Al final, todo se reduce en saber comunicarse con la gente, ser eficiente y tener buena disposición. También, es necesario saber responder incluso cuando hay mucha presión de por medio y las exigencias están a tope.
Muchas veces, es difícil encontrar a personas competentes en este trabajo por la paga. Entre mayor salario, mayor profesionalismo. Pero, ante todo, es indispensable tener vocación y saber tratar a la gente.
Si le encuentras el lado amable, es entretenido conducir distintos modelos, ¡y conocer y observar a las personas!
Ser profesional es importante para que el cliente esté satisfecho, pero también lo es tener atención y coordinación al manejar. Definitivamente, no es un empleo para dispersos, distraídos, atrabanacados y con poca habilidad de manejo.
No sólo es indispensable tener una óptima inteligencia espacial y kinestésica para estacionar los autos con el debido cuidado, sino que también es necesario conocer los distintos modelos de autos.
La época en que bastaba con saber conducir manual y automático ha quedado atrás. Los autos cada vez integran más tecnología, como el encendido sin llave o el freno de mano sin palanca. Cada modelo tiene sus especificaciones y el valet no debe titubear al subirse a un auto, el que sea.
Desgraciadamente, es recomendable que, como cliente, preguntes primero al encargado del valet si conoce el auto. Especialmente, si eres dueño de un auto deportivo o de lujo. No des por sentado que todos están capacitados para conducirlo.
Es evidente que conducir un Porsche o un Jaguar es una experiencia memorable. Sin duda, el simple hecho de arrancar un auto con un buen motor puede ser suficiente para sacar una sonrisa a cualquiera.
Pero, aunque no lo creas, también lo es conducir autos con tecnología como cámaras y sensores de reversa. ¡Lo agradecen profundamente!
Adicionalmente, manejar un auto bien equipado y de difícil accesibilidad también es motivo de asombro. Una pickup de lujo, un Jeep o un SUV premium vaya que tienen lo suyo.
Para terminar, es importante conocer cómo funciona el servicio. En muchas ocasiones, la razón por la que se tardan en entregar un vehículo es porque no lo encuentran. Así como suena. Pocos lugares tiene un sistema de organización para saber exactamente dónde se encuentra cada vehículo al momento que el cliente lo pide.
Por otro lado, muchos confiesan que si bien no se llevan ninguna pertenencia del auto, sí le «meten mano». Si la curiosidad es alta, no dudarán en probar el estéreo. Por esta razón, si no te gusta que toquen tus cosas, no las dejes en el auto.
En cuanto a los golpes, los valet no siempre tienen la ventaja de tener un estacionamiento exclusivo. Esto los vuelve vulnerables a que cualquier persona, por ejemplo, un conductor de calle, sea poco hábil y golpee el vehículo.
De esta manera, un auto en el valet, en un gran número de ocasiones, está expuesto a los mismos riesgos que un estacionamiento común y corriente.
Por último, si quieres un mejor servicio minimizando los riesgos anteriores, la mejor manera de hacerlo es mejorando la propina de manera anticipada. Esto podría ayudarte, por ejemplo, a que el valet tenga tu auto en un lugar privilegiado, cerca de la entrada y menos expuesto a incidentes.
¿Qué te parece?
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