El final de la vigésimo octava edición de la Carrera Panameircana estuvo lleno de emociones y en un vibrante final el mexicano Emilio Velazquez se llevó la gloria de esta histórica justa de velocidad...
El mexicano Emilio Velázquez se llevó la vigésimo octava edición de la Carrera Panamericana, tras una vibrante batalla de velocidad y resistencia con el Francés, Hilaire Damiron, del equipo TAG Heuer, quien a su vez tuvo que echar toda la carne al asador para no perder la posición ante los embates del, también volante nacional, Gabriel Marín con lo que México logró el 1-3 este año en esta histórica competencia de automovilismo.
Fueron más de tres mil kilómetros los que recorrieron los 90 pilotos para encontrar la bandera a cuadros. La Pana arrancó en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, para atravesar los caminos de Oaxaca, Distrito Federal, Toluca, Morelia , Guanajuato, Zacatecas y Durango.
En una lucha a sangre y fuego entre los volantes de México y Francia las emociones subieron las revoluciones por minuto de los corazones de los asistentes que se dieron cita a un costado de las carreteras nacionales más extremas de nuestro territorio, las velocidades en muchas ocasiones superaron los 200 kilómetros por hora.
Aquí no se trataba de conseguir una suma de dinero, ni la fama de los medios, la naturaleza de la carrera es más noble: el simple reconocimiento de obtener el mejor tiempo en una competencia que está entre las joyas del deporte motor como: las 24 Horas de Le Mans, las 500 millas de Indianápolis, El Rally de Mónaco, la Mile Miglia, entre otras.
“La verdad es que Hilaire es un gran piloto, le ganamos bien, y de las cuatro ocasiones en las que he corrido en la Carrera Panamericana, en ninguna ocasión me costó tanto trabajo como en este año. La clave de nuestro triunfo fue la ventaja que logramos en Mil Cumbres, desde luego, volveré el año que entra,” afirmó Velázquez.
Por su parte el representante francés Hilaire Damiron, quien junto a su esposa la navegante brasileña, Laura, con los colores de TAG Heuer tuvieron una brillante participación y en más de una ocasión todo indicaba que irían a la cima del podio, sin embargo, y, a pesar del esfuerzo, no fue suficiente.
“Fue muy emocionante, al final tratamos de poner una presión fuerte a Emilio estábamos a pocos segundos, pero lo hizo y bien y merece la victoria. Fue un gran reto, para Laura fue su primer año en esta competencia, y en 2016 estaremos de regreso por la revancha”, aseguró Hilaire Damiron.
Detrás de ellos Gabriel Marin les llenó en muchas ocasiones los espejos y tras la tremenda batalla al volante logro el tercer peldaño del podio con lo que el suelo nacional quedó bien resguardado.
“Es una carrera muy difícil y el organizador no tiene madre -bromeo Gabriel-, siete días de carrera y al final El Espinazo del Diablo, la etapa más difícil y entre muchas cosas la etapa la mejor de la Carrera Panamericana estuvimos cerca de la punta pero alcanzar a Damiron no fue tarea fácil, tuvimos que apretar el paso para lograr el tercer lugar. Estamos muy orgullosos.”
Tres caballeros del camino, que no tuvieron empacho en reconocer la labor de sus rivales y tras la bandera a cuadros tres autos modelo Studebaker que, de nueva cuenta, muestran su dominio en esta carrera. Ahora a esperar un año para volver a la emoción de esta carrera.