Todos hemos soñado con tener un convertible en nuestras manos. ¿A poco no lo relacionamos con libertad, rebeldía y deleite? No por nada, hemos visto este imaginario en múltiples ocasiones en películas o videos musicales. Sin embargo, ahora que la seguridad es una prioridad en los autos, muchos se cuestionan qué tan seguros realmente son las versiones convertibles.
Según un nuevo estudio del IIHS, que analiza las tasas de accidentes y fatalidades, a pesar de la apariencia relativamente endeble de sus estructuras de techo, los convertibles de último modelo no son más riesgosos que los no convertibles.
De hecho, tanto las tasas de accidentes como las tasas de muerte de los conductores fueron más bajas para los convertibles que para las versiones no convertibles de los mismos autos. Sin embargo, las diferencias en las tasas de muerte de conductores no fueron estadísticamente significativas.
En palabras de Eric Teoh, director de estadísticas del IIHS:
“Estos hallazgos no sugieren que los descapotables ofrezcan una mejor protección para sus ocupantes que otros autos, pero sí indican que no existe una base estadística para la preocupación de que la falta de un techo permanente los haga más peligrosos”.
Con base en modelos de 1 a 5 años durante 2014-18, Teoh descubrió que:
– Los convertibles estaban involucrados en un 6% menos de choques reportados por la policía por millas recorridas que sus contrapartes convencionales.
– Las tasas de muerte de los conductores fueron un 11% más bajas.
– El 21% de los conductores convertibles muertos en choques fueron expulsados del vehículo, en comparación con el 17% de los automóviles convencionales.
– Entre los choques por vuelco, la probabilidad de expulsión fue del 43% para los convertibles frente al 35% para sus contrapartes no convertibles.
Un dato interesante en el estudio, es que los conductores de convertibles eran un poco más propensos a usar cinturones de seguridad y un poco menos propensos a ir a exceso de velocidad, aunque eran un poco más propensos a verse afectados por el alcohol. Sin embargo, el autor destaca que estas diferencias eran demasiado pequeñas para sugerir una gran variación en el comportamiento del conductor para los dos tipos de vehículos.
Por último, el Highway Loss Data Institute, afiliado al IIHS, también comparó los datos de reclamos de seguros para vehículos disponibles en versiones convertibles y no convertibles, y encontró que los convertibles tenían tasas de lesiones y de reclamos por colisión más bajas.
Desde hace más de diez años, el IIHS abordó el tema estadísticamente. Sorprendentemente, las tasas de mortalidad en los convertibles no fueron más altas que en los autos con techo rígido.
A su vez, las tasas de mortalidad en los convertibles habían disminuido, debido a que los fabricantes empezaron a aplicar el mismo conocimiento de protección contra choques a sus convertibles, por lo que «las características de seguridad como el control de estabilidad electrónico, bolsas de aire laterales y barras antivuelco tienen más refuerzos estructurales.»
Sin embargo, la conclusión fue contundente: las tasas de mortalidad no son más altas en los convertibles, pero tener techo siempre será mejor que no tener techo.
Del 2001-2005, los accidentes en convertibles se distinguieron principalmente por hombres conductores, jóvenes entre 30 y 49 años, consumo de alcohol, altas velocidades y la falta de cinturón de seguridad.
¿Los riesgos más altos en un convertible? Por supuesto, la vulnerabilidad de las cabezas y el salir expulsado del vehículo, especialmente cuando no se usa cinturón de seguridad.
Tal como señala el estudio más reciente, tanto los convertibles de tela estirada como los de techo rígido retráctil están exentos de los requisitos actuales de resistencia al aplastamiento del techo de la NHTSA. Sin embargo, algunos fabricantes han reforzado voluntariamente los pilares A a ambos lados del parabrisas e instalado barras antivuelco para brindar protección adicional en choques de vuelco.
Por ejemplo, podemos encontrar que:
– Integran barras de alta resistencia que brotan en menos de 110 milisegundos si el vehículo se vuelca.
– Refuerzan el entorno de parabrisas para que sea menos probable que se doble bajo presión en un accidente.
– Resistencia adicional en los arcos del techo, los pilares del parabrisas y los asientos traseros.
– Incluso, los reposacabezas tienen barras integrales que funcionan junto con asientos reforzados para proporcionar un área virtualmente resistente al aplastamiento.
Si a todo esto le añadimos el equipamiento de seguridad que los convertibles integran como el resto de los autos, podemos darnos el placer de tener o planear ser dueño de uno. Por ejemplo, el Mustang Convertible integra 6 bolsas de aire, asistente de precolisión con detección de peatones, monitoreo de punto ciego, cámara de reversa, control de tracción avanzado, estabilidad, crucero adaptativo, dirección eléctrica asistida, anclaje LATCH, frenos de disco en las 4 ruedas con ABS, monitoreo de llantas, preservación de carril.
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