Quizá no hayas escuchado del término de «hipnosis de carretera» previamente. Sin embargo, es casi un hecho que la has vivido como conductor. O peor aún, quizá la vives de alguna forma todos los...
Quizá no hayas escuchado del término de «hipnosis de carretera» previamente. Sin embargo, es casi un hecho que la has vivido como conductor. O peor aún, quizá la vives de alguna forma todos los días si conduces largas distancias, especialmente la misma ruta.
Cuando dominas una habilidad, comienzas a hacerla de forma mecanizada. A veces, ni siquiera te percatas de cómo la hiciste, puesto que no necesariamente estás prestando atención plena.
Lo mismo sucede con la hipnosis de carretera. Este concepto surgió en 1921, y hace alusión al estado mental en el que puedes conducir grandes distancias, respondiendo a todas las eventualidades del camino, sin hacerlo de manera consciente.
Es decir, tu cuerpo conduce de forma automatizada y sigues procesando la información del entorno, pero tu mente está en otro lado.
Sin embargo, con información de abc NEWS, Sean Meehan, Profesor de kinesiología de la Universidad de Michigan, considera que no es tan inocente ni segura como aparenta.
¿La razón? Bajo este estado, tu mente experimenta una actividad cerebral más lenta, debido a que diferentes partes del cerebro no se comunican entre sí con tanta frecuencia.
Además, el profesor añade que la actividad cerebral es muy parecida a la de alguien que está dormido. Por esta razón, se manifiesta con mayor frecuencia cuando el conductor está cansado.
Esto tiene consecuencias: el tiempo de reacción es menor. Sólo con obstáculos notorios se puede salir del estado, como un ruido fuera de lo común, un bache, o algo que rompa el ritmo de conducción.
Por su parte, Elite Daily destaca que no sólo es cuestión del cansancio: es la repetición y alta previsibilidad.
Generalmente, las carreteras son largas, monótonas, las líneas están pintadas de la misma forma y los estímulos son similares.
De esta forma, todo parece automático, provocando somnolencia.
No únicamente se mantienen estables los estímulos visuales: también el ruido puede ser constante. A esto se le llama ruido blanco.
Por ejemplo, el sonido del motor, de la autopista, de los pájaros, e incluso la música, se produce uniformemente.
Aunque no lo creas, ésta puede ser contemplada como una forma de conducir bajo los efectos del cansancio.
Este tipo de conducción cansada y poco alerta provoca sólo en Estados Unidos más de 100.000 choques y 1,550 muertes aproximadamente al año, según la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras.
Tal como destaca el profesor Meehan, sucede con muchas otras cosas: cuando leemos un libro y no comprendemos lo que leemos o cuando no recordamos haber realizado una acción que realizamos todos los días.
– Tomar un descanso cada 90 minutos.
– A medida de lo posible, intercalar con otro conductor.
– Dormir bien el día anterior.
– Postura alerta y ambiente fresco.
– ¡Cuidado con la música estable! Escuchar la radio puede causar ruido blanco e incrementar el estado de hipnosis.
Sólo con sacudidas o cambios repentinos se puede salir de ese estado, por lo que es indispensable hacer paradas constantes.
Y tú, ¿qué tan frecuente la vives?