Otro de los fuertes contendientes a llevarse la corona de este Rally se queda en la orilla tras la avería de su motor y transmisión, los cuales no resistieron el calor de la batalla....
Los Peugeot se caen a pedazos y lejos estábamos todos de imaginarnos que los dos pilotos que estaban marcando la pauta en esta edición del Dakar, Sébastien Loeb y Carlos Sainz, se despedirían con más pena que gloria, tras haber acabado con sus 2008 DKR. Así se está construyendo la historia y aún le queda cuerda a esta carrera.
La décima etapa estuvo llena de emociones como ya se esperaba, con una arrancada mixta de motos y coches que puso a más de uno a sudar adrenalina y ahí Sainz arrancó como líder de la general de autos. Sin embargo, su Peugeot 2008 DKR no resistió el fragor de la batalla y una falla en el motor y la transmisión terminaron con las aspiraciones de otro de los favoritos a llevarse la gloria del Dakar.
Por su parte el catarí, Nasser Al-Attiyah, del equipo MINI las cosas tampoco resultaron favorables y con un espectacular accidente que lo llevó a dar vueltas de campana vio diluirse la oportunidad de acercarse a los del equipo francés.
De esta manera todo queda en manos del 11 veces campeón del Dakar, el francés, Stéphane Peterhansel, quien asumió el liderato en los coches y buscará validar toda su experiencia para salvar a Peugeot de un fracaso, toda vez que, de irse sin la corona sería algo estrepitoso dada la calidad de pilotos y auto invertidos este año.
En las motos el australiano Toby Price de KTM logró el tercer puesto del día y con ello se mantiene en el liderato de la categoría.
Mañana equipos y pilotos sortearán de la localidad de La Rioja a San Juan un total de 712 kilómetros todos llenos de arena y pendientes que pondrán al limite a máquinas y hombres en busca de la inmortalidad que sólo da esta competencia.