Con un revolucionario diseño y un performance racing esta inusual motocicleta viene a conquistar el segmento de Powersports en México. Conoce qué se esconde bajo su maquillaje.
Uno de los vehículos más emocionantes que hayamos manejado en tiempos recientes es este Polaris Slingshot, el cual se hace acompañar de una imagen agresiva, deportiva y dinámica que en conjunto con un desempeño soberbio hará que los amantes de los amantes de la velocidad lo tengan muy en la mira al momento de llevar al límite las sensaciones de conducción.
Muy temprano nos dimos cita en Santa Fe para tener nuestro primer acercamiento con esta motocicleta que destroza los estándares de este nicho de mercado, y que los representantes de la firma nos habían prometido traer al país antes de que terminará el año. Cumplieron su palabra.
El Slingshot cuenta con un motor 2.4 litros, desarrollado por General Motors, que nos entrega una potencia de 173 caballos de fuerza, el cual está acoplado a una transmisión manual de cinco velocidades, es decir, veneno puro, si consideramos que esta inusual motocicleta, con configuración de triciclo invertido pesa tan sólo 771 kilos, una relación peso-potencia inmejorable.
Son dos versiones que ya se comercializan en las agencias de Polaris de este monstruo del asfalto, el modelo de entrada arranca su precio en $524,900 mientras que una edición especial en tonos negros y detalles más racing alcanza los $564,500.
Una vez hachas las presentaciones técnicas y las recomendaciones de seguridad nos ajustamos el casco y chamarra y nos enfilamos a conquistar los caminos que llevan al estado de Morelos. Una aventura sin precedentes había arrancado.
Al principio, como en cualquier relación, nos fuimos con pies de plomo para conocer bien las capacidades de este vehículo, pero una vez entrados en confianza le dimos rienda suelta al acelerador y subimos nuestros niveles de adrenalina.
En el primer tramo de la ruta nos percatamos de la bestial aceleración que genera este modelo de Polaris, mientras que su suspensión no nos destrozó la espalda, por las irregularidades que distinguen a nuestro asfaltado, por el contrario nos transmite de forma generosa la información del terreno, mientras que su dirección es soberbia y lleva al Slingshot hacia donde apunta la mirada.
Para la segunda fase de la ruta los caminos sinuosos nos brindaron una experiencia inolvidable, ya que no tenemos la oportunidad de llevar al límite un roadster todos los días, así con el viento golpeando nuestro cuerpo y el sol en el horizonte nos aceleramos con su caja de velocidades manual que entrega de forma rápida la potencia en la rueda trasera y de ahí salimos disparados en todas las ocasiones en las que pisamos con decisión el acelerador.
“El mercado en México ha evolucionado de tal forma que ya hay cabida para todos los productos de Powersports hace algunos años se vendían poco más de 2 il vehículos de éstas características en toda la industria. Este año estaremos entre las 10 mil y 12 mil unidades eso habla de una evolución. Polaris se caracteriza en ser una de las firmas líderes en diseño, patentes, tecnología e ingeniería y este es un ejemplo de ello,” afirmó Fausto López, director general de Polaris México.
La conclusión es que el Slingshot sobrepasa todas las expectativas de manejo deportivo, va más allá de esto ofreciendo una experiencia única que agradecerá cualquier amante de la mecánica y la velocidad y viene a ocupar un lugar en un nicho de mercado ávido de productos revolucionarios que, incluso conquistó, a una de nuestra glorias del boxeo y amante de los autos, Juan Manuel Márquez, quien al final de la prueba de manejo aseguró que ya había pedido el suyo. Palabra de campeón.