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Luego de ser presentado como diseño original en 1959, la evolución del grandioso Mini realmente ha sido muy positiva, dejando de lado sus modelos con capacidades superiores. La verdad es que nos encanta el...
Luego de ser presentado como diseño original en 1959, la evolución del grandioso Mini realmente ha sido muy positiva, dejando de lado sus modelos con capacidades superiores. La verdad es que nos encanta el Cooper y qué decir de su versión vitaminada John Cooper Works.
Sin embargo, cuando se piensa en una evolución –particularmente– en este modelo se debe ser muy cuidadoso. Como parte del programa Vision 100, que celebra los 100 años de BMW, propietario de la marca Mini, se lanza un vehículo completamente diferente a la versión de producción a la que estamos acostumbrados.
Destacado por un minimalismo exagerado, notamos un clúster de instrumentos inteligente y un habitáculo completamente claro. Su estructura podrá proyectar diferentes imágenes y al interior el nivel de personalización es infinito; su Mini será uno por la mañana y otro por la noche si así lo desea, mientras que diferentes ejercicios por para de la marca son puestos a prueba: para ella un techo rosa-morado, mientras que los hombres podrán seleccionar otra paleta de colores más varonil si así lo requieren.
Conducción autónoma, seguridad excepcional, sistemas de audio inteligentes, etcétera. Todo eso vendrá en las siguientes generaciones de Mini, y si bien este vehículo conceptual podría no ser aterrizado al 100%, quizá hasta menos del 50%, se vale ejecutar este tipo de propuestas.
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