En el mundo de las preparaciones de autos existen muchos estilos pero uno es raro por decir lo menos y son los autos Hot Rod, mismos que recrean los autos de antaño (de los 40´s a los 60´s) pero con motores actuales, y detalles que exageran el diseño original, como altura, llantas y suspensiones. Pero también existe una sub categoría de los Hot Rod y es Rat, misma que da un acabado estético como si fuera un auto viejo o recién salido del deshuesadero con toda la carrocería oxidada.
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Lo que vemos en las imágenes es un ejercicio de diseño de Pawel Wisniewski y Jans Slapins quienes en su imaginación vieron que podía pasar si un Lamborghini Aventador y un Hot Rod se combinaban. El resultado puede gustarte o no, pero no deja de ser espectacular, si bien el concepto Rat no le queda si es puramente un “neo Hot Rod.”
Los diseñadores además de las formas angulosas del Aventador también se inspiraron en el tamaño y formas de un Playmouth Barracuda e incluso aviones caza, por si fuera poco hacen un guiño a la Fórmula 1 con elementos aerodinámicos (según ellos, ya que básicamente es un tabique con ruedas) y materiales aunque en un auto de este tipo no sirven mucho como el difusor trasero.
El chasis es de aluminio y toda la carrocería de fibra de carbón, mientras que en el apartado mecánico solo informan que tendrá un small block V8 biturbo pero no se dice nada de especificaciones aunque sin duda pasaría los 60 hp sin mayor problema.
La parte trasera pareciera inspirada en las formas actuales de Cadillac, por lo que vemos en este auto una mezcla de ideas y conceptos con un resultado interesante, al igual que su idea de los frenos si notamos en las fotos el rin tiene anclado al centro el freno de disco algo extraño y visualmente atractivo.
El Rat de lambo es solo un ejercicio de diseño y no se tiene planeado construir pero si algún magnate petrolero lo ve y le gusta seguro llegará a la vida real en algún tiempo. ¿Y a ti te gusta?
Cuenta cuentos profesional, con un especial gusto por la velocidad, y una calma innata por vivir mientras el mundo gira a prisa. De gustos extremos nacidos en el ciclismo y luego evolucionados al mundo motorizado. Aquel que puede pasar horas viajando en una carretera o un instante en las pistas de competencia, aunque viviendo, volando y dejando todo problema en el camino en mi motocicleta. De gustos particulares y enemigo de los autos aburridos que no transmitan sensaciones de manejo.