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Una tecnología excepcional, y particularmente a la serie de relojes destinados para sus pilotos Daniel Ricciardo
No por nada late en el pulso de Sebastian Vettel, cuatro veces Campeón del Mundo de la Fórmula 1, es decir, la Categoría Reina del motoracing que tanto nos apasiona, y es por elloq ue nos debemos referir en este #JuevesDeRelojRacing, a la velocidad que emana cada uno de estos bólidos, los Infiniti Red Bull Racing, durante las competiciones.
Y si bien es cierto que la horología está al servicio de las tecnologías, esta misma está al servicio de las actividades del hombre. Es por ello que vemos replicada la fibra de carbón en la industria automotriz y relojera, pero también en un sin fin de 
instrumentos que mejoran nuestra vida diaria. Asimismo, los récords están para romperse y, al igual que las reglas, solamente sirven para ser rebasadas, por la derecha, izquierda, en la estreches de una chicana o en plena recta a toda velocidad haciendo uso del DRS, y así es Vettel…
De nacionalidad alemana, actualmente es el piloto estelar de Infiniti Red Bull Racing, equipo que cuenta entre sus filas al famoso y genial ingeniero Adrian Newey, mientras que su bólido está marcado –todavía– con el número 1, ello a consecuencia de su tetracampeonato alcanzado la temporada pasada (2010, 2011, 2012 y 2013), mientras que presume 39 victorias, 64 podios, 45 poles, 23 vueltas rápidas y 1,539 puntos.
Pero entonces vayamos a su asociación con CASIO, la marca japonesa de relojería que posee una tecnología excepcional, y particularmente a la serie de relojes destinados para sus pilotos Daniel Ricciardo y el mismísimo Vettel: Infiniti Red Bull Racing Limited Edition Casio Edifice, que cuenta con un controlador de cronometría ligado a la señal de radio y está animado por energía solar a través de sus celdas. Igualmente cuenta con: compás, ajuste instantáneo de la fecha sin importar que se trate de años bisiestos o diferencia de días en cada mes, sistema de cuenta atrás ajustable, alarma diaria, stopwatch, horas mundiales, cristal mineral y, todo esto, hermético hasta por 100 metros de profundidad. Es un reloj para correr ¡¡¡A comprarlo!!!
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