Definición de “muscle car”

Un muscle car se define por su tracción trasera, dos puertas, transmisión manual, gran cofre, cajuela más corta, grandes llantas, toda la potencia posible, sonido de motor emocionante… y ciertas características especiales para controlarlo, no solo para manejar, sino para disfrutar el controlar un auto así, con todo el músculo al eje trasero.

Siempre nos han llamado la atención, hemos volteado mil veces al verlos pasar, y siempre queremos manejarlos. Sabemos que los que vienen de fábrica son así: “crudos”, con la potencia en las llantas traseras y el clutch, son verdaderos autos para manejarse, algunos han facilitado su conducción.

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El músculo eléctrico del Charger de Dodge

Eta semana ha cambiado la palabra “Muscle”, de las revoluciones por minuto a las que entrega la potencia un motor a gasolina, a la entrega inmediata de torque, es decir conocimos el primer muscle car totalmente eléctrico, que trae la promesa de ser más rápido, acelerando de 0 a 100 km/h en 3.3 segundos. Escuchar la velocidad o el ruido de su movimiento con muchos más decibelios que el de gasolina y más emocionante de manejar. Es el Charger de Dodge, así la marca se convierte en músculo eléctrico y deja a los entusiastas hacer lo propio. Lo único es que es tracción a las cuatro ruedas y no al eje posterior.

Su competencia podría ser Mustang Mach-E, pero deberían tener un estilo crossover del Charger de Dodge. Al ser eléctrico, el musculo está garantizado, con tracción a las cuatro ruedas difícil será hacer lo que se puede con tracción trasera, pero para ello el software puede controlar mucha de esa potencia en distintos modos de manejo.

Por su parte, Mustang a gasolina sigue y puedo apostar que seguirá, aunque esa apuesta no la puedo mantener si va a tener energía alternativa en algún momento como híbrido o híbrido enchufable; el 100% eléctrico me parece se quedará por algún tiempo el Mach-E, que también lleva en el nombre Mustang, pero solo en el nombre, porque es un estilo crossover, con todas las características de un deportivo.

Aquí está la competencia, la real competencia de ambos es acelerarlos continuamente en la pista hasta que alguno diga no más. Es la tecnología de enfriamiento de baterías y sistema la que ganará el mano a mano.

En cuanto al tercero, Camaro, acaba su vida a gasolina en seis largas generaciones, veremos si lo reviven con alguna aplicación deportiva de la plataforma Ultium de General Motors.

Los hemos visto pasar, muchos soñamos en tenerlos en el garaje, les hemos pagado más gasolina que otros, por sus grandes motores, pero hoy vemos como la transición al musculo eléctrico parece estar llegando, y serán más vendidos, no lo sé aún, aunque los de nicho eléctricos no han tenido problema en venderse.

Aquellos entusiastas del manejo, diseño, deportividad, lo verán y dirán es el nuevo, sin importar que sea eléctrico.

¿Usted ha tenido un “Muscle Car”?

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