Te decimos todo lo que debes tomar en cuenta al comprar o vender un híbrido
Ya lo sabemos: la industria automotriz se está electrificando. Cada vez habrá más autos eléctricos en las calles. A su vez, desde hace unos años, los autos híbridos han sido la opción más común para ahorrar combustible y reducir emisiones. Pero ¿tienes el temor de no poder venderlo en caso de comprar uno? O ¿quieres comprar un híbrido usado, pero no sabes si es buena idea?
Es cierto, de alguna manera el tema de los motores eléctricos, las baterías y los nuevos sistemas y tecnologías son un nuevo lenguaje para la mayoría. Muchas cosas que sabíamos de los autos de combustión interna ya no aplican en estos autos. Por lo que es natural que surjan dudas a lo largo del camino.
Por esta razón, te vamos a compartir algunas consideraciones que debes tomar en cuenta si planeas comprar un auto híbrido usado, o si deseas un modelo nuevo, pero no sabes si podrás venderlo después.
Seguramente, si estás buscando comprar uno, ya sabes cuál es el diferenciador principal de estos autos. Los híbridos cuentan con dos trenes motrices. Uno es el motor eléctrico que utiliza una batería para poder funcionar, y el otro es un motor de combustión normal.
Generalmente, la preocupación está puesta sobre la durabilidad de la batería del motor eléctrico. No es para menos: no duran toda la vida, por lo que tarde o temprano deberá ser reemplazada. Por esta razón, es común que la batería cuente con una garantía independiente.
Aproximadamente, la garantía es de ocho años o 150 / 160 mil kilómetros. Esto es clave al momento de comprar o vender un híbrido. Si aún cuenta con la garantía, y le quedan algunos años más por funcionar, estás del otro lado. ¿Por ejemplo? Haberlo usado tres y queden cinco años de garantía o, por lo menos, la mitad de la garantía.
Si vas a comprar un híbrido usado, te recomendamos que te fijes en este punto y tengas claro los planes que tienes para el auto. Recuerda no sólo revisar los años de antigüedad, sino los kilómetros recorridos. En caso de que esté por vencer la garantía de la batería, quiere decir que, en poco tiempo, podría ser necesario reemplazarla. No sólo resulta costoso el comprar una nueva, sino también conlleva costos adicionales, como la instalación y los costos de envío.
Muchos están interesados en comprar híbridos usados justamente porque su costo es menor, en comparación con uno nuevo de agencia. Ahora, la depreciación no aplica igual para todos, puesto que depende de la demanda que haya de un modelo específico en un determinado mercado. Por lo que deberás revisar el modelo en particular. Pero, si es de los más demandados, la depreciación podría estar por el promedio.
Una de las ventajas de un híbrido es el ahorro en tenencia, verificación y evidentemente, en el consumo de combustible. Por lo que no olvides que, al momento de comprar o vender uno, tengas presente estos beneficios como un punto a favor.
En cuanto al mantenimiento, hay sistemas que coinciden y otros que no. Una de las cosas que te aconsejamos verificar, es cómo están los inventarios de las piezas. Si es un modelo híbrido que tiene su contraparte de combustible, hay piezas que comparten. Si es un híbrido de mucha demanda, de la misma manera podría ser más sencillo encontrarlas.
También debes tener presente que quizá tu mecánico de confianza no está familiarizado con este tipo de vehículos. Por lo que deberás llevarlo a servicio en agencia o con alguien que conozca los sistemas que integra y no sólo eso, que sepa inspeccionarlos de forma segura.
A su vez, debes de cerciorarte que tenga las últimas actualizaciones de software para que funcione adecuadamente, así como que, en caso de ser enchufable, el cable y el equipo de carga se encuentren en buen estado.
Los autos híbridos ofrecen muchas ventajas, como eficiencia, menos emisiones, incentivos de gobierno y garantías. Sin embargo, debes tener en cuenta que el vehículo no debe tener tanta antigüedad, si es que quieres evitar reemplazar la batería. El mantenimiento también deberás hacerlo en centros de servicio especializados.
Si vas a comprar, te aconsejamos aquellos que han sido certificados por las agencias. Si vas a vender uno, preferentemente, deberás tener todos tus servicios en forma con la agencia.
Que debes realizar todo el protocolo de revisión como si se tratara de un auto a gasolina. Por ejemplo, llevarlo a inspeccionar (todos los sistemas convencionales), buscar el historial de servicio del auto y verificar que no tenga antecedentes de robo. De la misma manera, debes cerciorarte que la batería aún conserve la garantía.