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Si tenías curiosidad de dónde se generan los diferentes nombres para los nuevos vehículos que nacen de cada marca. Aquí te mostramos cuáles son las herramientas que ellos usan.
No sé si yo soy la única que se pone a pensar estas cosas y con un artículo quiere resolver sus dudas. Pero para aquellos que también son curiosos, y se hayan hecho la misma pregunta, aquí están algunos datos curiosos que te darán una perspectiva diferente de esta parte creativa de la industria automotriz.
Y es que seamos honestos, presentan un vehículo y meses después ya andan preparando el lanzamiento de otro. Pensando en una estrategia o recurriendo a expertos para poder idear el nombre del auto a publicitar.
Siempre el nombre de un coche va intencionalmente dirigido a reflejar el carácter y personalidad de cada una de las características que lo componen. Por ejemplo, cuando escuchamos: Mustang, Challenger, Charger, Thunderbird y Corvette, nos generan una sensación de poder y dinamismo estrechamente relacionados con los rasgos distintivos de cada modelo.
Cientos de nombres se pueden generar gracias a el proceso de «lluvia de ideas» que engloban las peculiaridades de cada automóvil. Hasta reducirse a una lista limitada debido a las marcas que ya están registradas, ya que hay muchos que son competencia dentro de un mismo segmento y es probable que otros hayan pensado en un nombre similar y ya esté registrado.
Otra limitante para la creación de los nombres, es la tropicalización o el idioma extranjero. Esto lo recuerdo mucho de mis clases de marketing, en donde nos explicaban que a veces las marcas optan por cambiar el nombre de algún producto debido a que en el idioma, la traducción y el significado del nombre un país, llega a ser contraproducente para la empresa y el producto. Por último, también se toma en cuenta el que llegue a ser una palabra que pueda ser sencilla de recordar y utilizar para las diferentes campañas de publicidad.
Hay marcas que llegan a relacionar un vehículo con algún animal, y esto lo vemos reflejado en varios automóviles. Pero, para esto, deben ser muy cuidadosos, tomando en cuenta las limitantes que mencionamos anteriormente.
Otra opción a la que recurren, es inventar una palabra como lo llegó a hacer Ford con Mondeo. El cuál, fue anunciado como el primer «auto mundial» de la marca, lo que significa que sería vendido en todos los mercados sin cambio alguno. Comenzaron con la palabra ‘mundo’ en francés, ‘le monde’, y posteriormente le dieron un giro personalizado a la palabra. Hay nombres fabricados menos exitosos, como Veloster de Hyundai.
Algunos fabricantes han creado un proceso mucho más sencillo, y solamente hacen una combinación de números y letras para definirlos, como BMW, Mercedes, Citroen, Pontiac y Peugeot. Aunque hasta para mi, esto se vuelve más confuso a medida que pasa el tiempo y van saliendo nuevos vehículos.
Por ejemplo, Mercedes-Benz, que a través de estas combinaciones puede dar a entender al mercado el tamaño del motor y la clase del vehículo. Esto parece ser un poco enredoso, ahora que tienen tantos modelos como SL, SLS, GL, Clase M y CLS, entre otros. De todos modos, hay un largo proceso y muchas historias interesantes detrás el nombramiento de algunos modelos de autos y muy rara vez se producen por accidente.
